Chiapaneca esclavizada en Mérida pide que liberen a su marido golpeador

Como sucede con muchas yucatecas agredidas, la chiapaneca Guadalupe Viviana López Ramírez solicitó la liberación de su marido encarcelando por vejarla y golpearla estando embarazada.

La mujer dijo ante la juez que no quiere seguir el proceso y alegó que las diligencias le ocasionan problemas laborales.

Por lo tanto, dijo estar dispuesta a concederle el perdón legal a su pareja, el también chiapaneco Gabriel Godínez Pérez, quien en días pasados, como informamos, fue vinculado a proceso por los delitos de violencia familiar y lesiones

Al presentarse a la diligencia, la señora López Ramírez le dijo a la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez que no quería continuar y darse por reparada de los daños o lo que proceda, pues le afecta mucho esta situación y desea regresar a Chiapas.

Reiteró su petición de otorgar el perdón legal y solicitó que se tomara en consideración su estado de gravidez, ya que este asunto le ocasiona estrés, además de afectación en su trabajo, porque no le dan permisos para en un momento ir a las terapias que necesita.

Luego refirió que si no conserva su trabajo se regresará a Chiapas.

Ahora corresponde a la juzgadora determinar si accede o no a la petición de la mujer agredida.

Cabe señalar que ha habido varios casos en los que los jueces se ven obligados a liberar a los agresores cuando sus parejas se retractan legalmente, de manera que ésta no sería la primera vez.

En este caso, como publicamos, la pareja se conoció hace un año en Tapachula, Chiapas, y desde noviembre empezaron a vivir en unión libre, pero al poco tiempo él comenzó a agredirla de manera física, verbal y psicológica, incluso la aisló de su familia, amigos y del hijo de la víctima.

El 15 de febrero, estando en Tapachula, a través de un vecino se enteraron de un trabajo en Mérida, en donde les daban viáticos de comida y hospedaje en el hotel “Tierra del Sol”, por lo que dos días después llegaron y se hospedaron en el citado negocio, ubicado en la calle 69 entre 70 y 72 del Centro.

Sin embargo, ni una semana tardaron en el lugar y el sujeto comenzó a agredirla e insultarla a diario, incluso se llevaba la llave del cuarto para que ella no saliera, al grado de que no la dejaba dormir temprano, pues hacia ruido deliberadamente

A veces no la dejaba comer y arrojaba los alimentos al suelo, además de que delante de sus compañeros le decía que lo tenía harto, la insultaba y le hacía desplantes.

Los hechos se desbordaron el 17 de marzo, aproximadamente a las 6 horas, cuando se encontraban durmiendo y el sujeto la destapó para tocarle el estómago, pues quería sentir a su bebé, pero ella le dijo que la dejara dormir.

Como estaba ebrio comenzó a darle golpes y patadas, al grado que pretendió ahorcarla, lográndose ella soltarse mordiéndole el brazo.

Por fortuna logró pedir ayuda a gritos, lo que permitió que él fuera detenido por elementos de la Policía Municipal de Mérida.