Por si no fuera suficiente la proliferación de tianguis en colonias y fraccionamientos de Mérida, ahora el Paseo de Montejo ha sido invadido por el comercio ambulante que, con la complacencia del Ayuntamiento de Merida, se ha adueñado de la zona peatonal de esa emblemática avenida.

Vendedores de marquesitas, esquites, «hotdogs» y artesanías han ocupado en los últimos días los andadores del Paseo de Montejo para comercializar sus productos al caer la tarde.

Además de bloquear el paso con sus puestos, éstos afean la imagen de la zona, una de las pocas que a duras penas se había logrado preservar en la ciudad.

Aparentemente los vendedores fueron autorizados solo por la temporada decembrina, pero en realidad ya habían llegado desde antes, con el pretexto de la Noche Mexicana que se realiza sábado a sábado en la zona conocida como El Remate.

También acuden cuando se realiza la bici ruta nocturna, pero igualmente se les ve vendiendo los domingos, por lo qué hay dudas de si se irán al acabar las vacaciones decembrinas

Ni el Café Impala, emblemático del Paseo de Montejo, se ha salvado de la invasión de tianguistas, pues a las puertas de ese negocio, en el inicio de la avenida, se ha colocado un puesto de venta de marquesitas.

La anarquía es tal que grupos de chiapanecos se han apostado en la zona y literalmente se adueñaron del suelo, pues colocaron varios tramos de tela en el sitio para exponer las artesanías que traen de esa entidad y de Guatemala.

La administración de Renan Barrera se ha caracterizado por permitir el ambulantaje y en su gestión se han multiplicado los tianguis que se realizan en campos deportivos de colonias de toda la ciudad, incluso en el fraccionamiento del Parque aumentaron los días que acuden los tianguistas a vender, pasando de dos a tres en la semana.

El Ayuntamiento envió hace un par de meses a policías municipales al Parque Recreativo de Oriente para evitar que los tianguistas vendieran en día no permitido y lo lograron, pero al parecer ya hubo dinero de por medio, pues actualmente funciona el «mercadito» también ese día.