Inicia juicio contra «fuereños» que mataron a méridano de 91 años

El Tribunal Segundo de Juicio Oral declaró hoy abierto el debate inicial de juicio oral que se sigue a Jesús Osuna Galván y Jorge Armando Osorio Vadillo, presuntos asesinos de un hombre de 91 años que fue ultimado el año pasado en su casa del segundo cuadro de la ciudad

En la audiencia, que se llevó a cabo en la sala 7 del Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM), los representantes de la Fiscalía Estatal enunciaron que desahogarán diversas pruebas, entre ellas 19 testimoniales, 6 periciales, 6 documentales y 30 elementos materiales, con las que pretenden corroborar los hechos y sostener su acusación, buscando una condena de entre 30 y 40 años de cárcel por la saña y alevosía del cazo. 

En su oportunidad, la defensa de los acusados expuso ante el Tribunal sus alegatos y enunció que ofrecerá 2 pruebas testimoniales y 1 pericial, además de que hará suyas las ofrecidas por la Fiscalía.
Los Jueces que conforman el Tribunal Segundo de Enjuiciamiento, Sergio Javier Marfil Gómez, María del Socorro Tamayo Aranda y Verónica de Jesús Burgos Pérez, apreciarán dichas pruebas, peritajes y testimonios de forma directa e imparcial, a lo largo de la audiencia que inició hoy y continuará en los próximos días, así como también escucharán los alegatos de la defensa con lo cual, luego de un análisis y valoración, podrán arribar a un fallo. 

La acusación objeto del juicio se basa en los siguientes hechos:
“Que entre las 14:05 horas y las 16:05 horas del  9 de junio del año 2019, los hoy acusados se introdujeron a un predio de la calle 69 entre 30 y 32, mismo que habitaba la víctima, Daniel Víctor Pech Sánchez, de 91 años de edad.

Como sabían que vivía solo, entraron a robar y al ser descuubiertos atacaron al ancianito, al que le causaron la muerte por traumatismo craneofacial, es decir lo mataron a golpes con un objeto contundente cuando pretendieron someterlo, pero como estaban drogados «se les pasó la mano».

Los sujetos huyeron, pero se les ubicó días después, básicamente porque son adictos a las drogas y se dedicaban también al narcomenudeo, incluso fueron detenidos precisamente con droga en la colonia Lázaro Cárdenas y ya presos un vecino del ancianito los identificó como los que entraron a la casa donde ocurrió el crimen.

Ambos son fuéreños, pero establecidos en Mérida desde hace mucho.