El Papa culpa al diablo de la violencia en México
Valentina Alazraki entrevistó al Papa Francisco, quien habló sobre su mención de la “mexicanización” de Argentina, migración, el obispo de Morelia y sus primeras impresiones al ser elegido Papa.
En referencia a sus dichos sobre la “mexicanización de Argentina” dijo que “es un término técnico, no tiene nada que ver como la vida en México”. Comparó esto con la palabra de balcanización o colombización usada en los medios de comunicación.
“El 90 por ciento del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso”, dijo el Papa Francisco citando algunas encuestas que le dieron desde Argentina. Alegre, concluyó diciendo que está tranquilo de que las declaraciones no hayan provocado que se le cierren las puertas en México “voy a ir a México”, dijo.
En el tema de migración, definió la palabra como el “fruto del malestar, del hambre, de buscar nuevas fronteras”, dijo que está relacionada con una tiranía del sistema económico actual. Afirmó que como sucede en África, en Centroamérica la gente busca un bienestar, comida, trabajo en otras fronteras.
Habló también sobre la situación del crimen organizado y el narcotráfico en México, dijo que por esa razón nombró cardenal al arzobispo de Morelia, Monseñor Alberto Suárez Inda, debido a que es un ejemplo de cristiano y un gran sacerdote.
Afirmó que la razón por la que México vive estos momentos de violencia es por “culpa del diablo”. “A México, el diablo lo castiga con mucha bronca, el diablo no le perdona que ella (Virgen de Guadalupe) haya mostrado a su hijo”, afirmó el Papa Francisco argumentando que en México todos son guadalupanos, sean católicos o no.
La entrevista coincide con su segundo año de pontificado, que es el 13 de marzo de 2013, por lo que narró cómo vivió su nombramiento como Papa. Recordó que él fue a El Vaticano con pocas cosas, debido a que sabía sería un cónclave corto, en el cual no figuraba como un posible candidato; bromeó diciendo que en las apuestas de Londres estaban en el lugar 42 o 46.
“Para mi fue una sorpresa”, dijo el Papa Francisco, puesto que hasta el día en que se le nombró como Sumo Pontífice empezó a sospechar porque le preguntaban sobre su estado de salud. Cuando le informaron sobre su nuevo cargo dijo que “estaba en paz”.
Narró que cuando salió, no sabía lo que iba a decir enfrente de la gente en la Plaza de San Pedro. “No preparé nada”, pero recordó que pidió al pueblo que intercediera por él ante Dios, para que lo bendijera.
“No me gusta ser Papa”, confesó, debido a que él quisiera salir sin que alguien lo reconociera. “En Buenos Aires era muy callejero”, afirmó. (Fuente: lopezdoriga.com)
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