El militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Humberto Marcelo Vázquez cambió de sexo legalmente para poder ocupar la candidatura de su instituto político a la presidencia municipal de San Pedro Jiyacán, Oaxaca, debido a que por el principio de paridad de género esa candidatura le correspondía a una mujer.

A través de un video publicado por el propio Humberto Marcelo Vázquez, la “candidat@”, como se identifica en su propaganda electoral, explicó que, pese a no modificar su apariencia, además de hacer el cambio legal sexo también cambio de nombre por lo que jurídicamente es “Humberta”.

La “candidat@” justificó su cambio de sexo tras argumentar que se trataba de una reivindicación para las personas de la comunidad Lesbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTI).

                   Legalmente hice el tramite correspondiente, no me apena estar el día de hoy como candidata a la presidencia municipal debido a que tuve el valor, el interés de participar como candidata a la presidencia municipal ya que sabemos muy bien la comunidad LGBTTI ha sido rechazada y también ha sido violentada. Es un reto muy importante para mi de manera personal ya que mi condición sexual no va a impedir a que yo pueda participar en estas elecciones 2021

Además, calificó las críticas que ha recibido como un acto de “violencia política”.

Yo quiero decirles que esta violencia política que están ejerciendo sobre mi persona no bastará para que yo siga caminando, soy una candidata nueva a la presidencia municipal, soy una persona nueva la cual pide una sola oportunidad

Y es que diversas voces, a través de redes sociales han calificado el cambio de sexo del otrora Humberto Marcelo Vázquez como una jugarreta política para aferrarse a una candidatura.

Integrantes de colectivos feministas radicales también se han sumado a las críticas contra “Humberta” al señalar que, aunque jurídicamente haya cambiado sus actas sigue siendo un hombre por lo que está usurpando un lugar que corresponde a las mujeres.

Otros más han usado el ejemplo de “Humberta” para criticar el principio de paridad de género con el que se establecen cuotas de candidaturas para mujeres; lo que desde su perspectiva es inoperante y sexista; toda vez que las candidaturas, señalan, deberían basarse en atributos distintos al sexo de las personas que aspiran a competir por un cargo de elección popular.