Un hecho completamente extraño, que ha sido ligado con una presunta posesión diabólica en un joven estudiante de este puerto, se registró el viernes al mediodía en el Colegio de Bachilleres de Progreso, lo que motivó amplia movilización de paramédicos y generó momentos de pánico en las instalaciones del plantel.
El suceso, ocasionó también la suspensión de las clases en esa institución, tanto de las horas que quedaban en el turno matutino como en el turno vespertino.
La presunta posesión ocurrió en el salón del Tercero B, en el segundo piso del plantel, cuando un estudiante de nombre Emannuel, alias «Winnie», se cortó con una tijera las palmas de las manos y comenzó a desangrarse dentro del salón.
En ese momento más de 30 alumnos tomaban clases de Física, durante la quinta hora, con el maestro Alberto, quien se encuentra como suplente de la maestra Gema.
Hay versiones de que el muchacho comenzó a hablar de una manera extraña, primero en voz baja y luego subiendo el tono, como si dijera algún tipo de dialecto o lenguaje desconocido, al mismo tiempo que exprimía sus manos que había rebanado con una tijera de mango azul.
Más de una decena de compañeros se percataron del hecho y comenzaron a gritar. Otras alumnas se pusieron a llorar impresionadas por el desangramiento de su compañero de clases.
El maestro salió de inmediato a pedir ayuda y los jóvenes fueron sacados entre gritos de miedo y desconcierto del aula y trasladados al salón de Turismo.
Profesores solicitaron ayuda a paramédicos de la Cruz Roja Mexicana cuya delegación se encuentra enfrente del Cobay, y subieron al salón para brindarle atención médica.
Hay las versiones de que poco antes, cuando maestros le prestaban ayuda al joven que se desangraba, Emannuel se puso violento e intentó golpear a la maestra Martha Martínez, quien imparte clases de inglés.
También se informó que otra profesora, Maura García Lezama, de Literatura, sufrió un fuerte ataque y convulsiones delante de decenas de alumnos cuando tocó al estudiante para tratar de ayudarlo, por lo que también fue atendida por los paramédicos.
Esto alteró todavía más a los estudiantes quienes prácticamente huyeron de la escuela.
La directora del plantel, profesora Catalina Cimé Rodríguez y otros docentes guardaron hermetismo en torno al suceso. La policía al parecer no fue avisada del caso, ni la Judicial, pese a ser un hecho de sangre.
La maestra tampoco informó públicamente de lo sucedido en la institución el mediodía del viernes, a pesar que el hecho ya llegó a oídos de la Dirección General del Colegio de Bachilleres, quienes el lunes realizarán una investigación por los hechos. (tomado delportal ProgresoHoy.com)