Tren Maya, proyecto con perspectiva de género desde su construcción
En el sureste de México, la palabra “infraestructura” ya no obliga a imaginar sólo a hombres trabajando en una obra, pues el Tren Maya es un proyecto que ha incluido la perspectiva de género como eje transversal desde el inicio de su construcción, para asegurar la igualdad de oportunidades de empleos a mujeres, como ocurre en el Banco de Material de Sisbichén, donde el 20 por ciento de las 130 personas que ahí laboran son mujeres.
Al respecto, la jefa de obra del Área de Trituración de la empresa ICA encargada del Tramo 4 Izamal-Cancún, Viviana Cabrera Gómez, dijo que esta cifra es significativa, puesto que en otras obras en las que participó en sexenios anteriores le tocó ser la única mujer; sin embargo, ahora las cosa son diferentes, por lo que expresó su emoción de ser parte de este avance en materia de inclusión de mujeres en espacios tradicionalmente relegados a hombres.
“Como profesionista, como ciudadana mexicana, es para mí un orgullo pertenecer a este gran proyecto del Tren Maya, porque dan importancia a las mujeres y también las responsabilidades que nos están dando, no nada más estar en el área de limpieza, como antes, o estar en un puesto sentadas viendo que la mayor parte del trabajo la hacían los hombres. Aquí me han dado la oportunidad de ir creciendo y poder coordinar a tantas compañeras, a quienes entiendo como trabajadoras y como mujeres”, acotó.
Cabrera Gómez agregó que tiene la suerte de formar parte de una organización que da la oportunidad de demostrar la capacidad de cada una, porque las mujeres son muy ordenadas en las tareas que desempeñan como ingenieras jefas de frente, ingenieras jefas de obra, coordinadoras de chequeo, checadoras y operadoras de las plantas de asfalto; sin embargo, es un trabajo en conjunto, ya que el apoyo de sus colegas varones ha sido fundamental, pues ellos también las apoyan para seguir aprendiendo.
El Banco de Material de Sisbichén cuenta con dos plantas de asfalto, un estabilizador y posee una extensión de 41 hectáreas, de las cuales 25 serán aprovechadas para extraer materiales que servirán como capa base para recibir y amortiguar la caída del balasto y arropar a los durmientes y vías férreas; así como realizar el cuerpo de terracerías y la pavimentación a lo largo del Tramo 4 del Tren Maya. Los agregados que ahí se suministran son: subbase, bases hidráulicas, subyacente, subrasante y subbalasto.
El Tren Maya fomenta la participación de las mujeres en todas las etapas del proyecto, sobre todo en áreas donde históricamente han incursionado en menor grado, para contribuir a cerrar las brechas de desigualdad que se hacen patentes desde las aulas, pues de acuerdo con datos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las mujeres representan el 17% de la matrícula académica en ingeniería en el país.
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