Mejor no hubieran gastado tanta gasolina y se hubieran dado una visitadita al el centro de Mérida, allá por el mercado de San Benito, seguramente hubieran decomisado diez o quince veces más tragamonedas.

Pero en fin, parace que los policías piensan con el revólver y no con la cabeza.

Los agentes llegaron al mercado municipal de Hunucmá en cuatro vehículos y barrieron con las maquinitas ante la miraa celosa y de frustración de los locatarios, pues ellos reciben el 30% de lo que se genera cada semana en esas maquinitas y que, por cierto, no es tan poco.

No hubo detenciones porque ninguno dijo yo cuando preguntaron los agentes si alguien se oponía al decomiso o si era de alguno de ellos los equipos.