MÉRIDA.- Apenas el 18 de mayo cumplió tres años el pequeño Leonel, a quien sus familiares recuerdan como un niño alegre, inteligente, sano y feliz.

Hijo de un ama de casa y de un mecánico de San José Tecoh (sur de Mérida), el pequeño murió el domingo atropellado por el auto de una conductora que perdió el control y se subió a la acera donde el pequeño esperaba a que llegara su tía con una gelatina que fue a comprarle.

El impacto fue brutal, el niño quedó prensado en la pared. El ruidazo hizo que los familiares salieran y se percataran de la tragedia.

Era el primogénito de un ama de casa de 25 años y un mecánico de 28, ambos pertenecientes a la religión cristiana y por ese motivo en la casa no había festejo del Día del Padre, de ahí que se descarta la versión de que los padres estuvieran alcoholizados cuando ocurrió la tragedia.

La que sí presentaba aliento alcohólico era la conductora que atropelló al pequeño Leonel. La mujer, quien iba acompañada de un sujeto, trató de darse a la fuga, pero los vecinos y familiares del menor lo impidieron.

La familia denunció trabas para interponer una denuncia contra la mujer, aunque por la tarde de ayer la Secretaría de Seguridad Pública informó que ya fue puesta a disposición de la Fiscalía General del Estado.

La SSP negó que la conductora tenga nexos familiares o de amistad con el comandante del Sector Sur de la policía.

Presuntamente, la mujer estaba aprendiendo a manejar y perdió el control de su vehículo, un Aveo, que lamentablemente fue a impactarse en la esquina donde el pequeño Leonel esperaba una gelatina que no pudo comer ya.