PROGRESO.-Parafraseando al inmortal José Alfredo Jiménez, en Progreso no vale nada la gente, la gente no vale nada… al menos para su presidente municipal, Julián Zacarías Curi, que en todo momento le regatea a los ciudadanos los apoyos a los que tienen derecho para malgastarlos en su hoguera de vanidades.

Como hemos dicho ya en varias ocasiones, en este puerto se gasta más en los cerditos de una playa que en apoyos para la gente. También se destinaron millonarios recursos en un Sendero Jurásico donde no se paran ni las moscas y ha quedado como un monumento al fracaso.

Vecinos del puerto nos comparten que en estos días llegó a Progreso la caravana Cero Hambre, mediante la cual se distribuyen apoyos alimentarios para las familias en condición vulnerable.

Estos apoyos se entregan en coordinación con varias dependencias del Gobierno del Estado, y en las fotos que distribuyó comunicación social del ayuntamiento de Progreso las despensas se ven generosas, pero cuando llegan a manos de los beneficiarios llegan mermadas.

Despensas empobrecidas las ha llamado el ingenio popular en Progreso, para burlarse del alcalde que pretende verles la cara a los ciudadanos.

Las despensas que se veían en el acto oficial son muy distintas a las que llegan a la gente, que rápidamente se dio cuenta y no dudó en alzar la voz para quejarse.

¿Dónde están las despensas «gordas» y con productos de calidad? ¿Por qué a la gente le entregan despensas mermadas y con productos que ni los cerdos comerían?