MÉRIDA, Yucatán.- La estrategia de «inundar» con bardas para posicionar la imagen de Liborio Vidal Aguilar ha sido un total fracaso en Mérida, ya que los propietarios de predios lo rechazan, de manera que son pocos los muros que se ven en la ciudad con la leyenda #ElAmigo quiere.

Además, las encuestas indican que el político vallisoletano tiene pocas esperanzas para la «grande», con apenas el 11 por ciento de las preferencias ciudadanas.

Por si fuera poco, la marcha ciudadana de ayer, que además de la defensa del INE significa un rechazo a Morena en Yucatán, lo deja sin plan B, si es en que algún momento pensó en traicionar al PAN y refugiarse en el partido de AMLO.

Todo indica que Liborio Vidal de nuevo tendrá que guardar sus aspiraciones en el baúl de los recuerdos, pues al menos para el 2024 está difícil que la haga, no le alcanzan los números ni la imagen ni el proyecto político.

Detrás de este fracaso del «Amigo Libo» está Walter Salazar Cano, quien fue expulsado del equipo de Renán Barrera por traidor y por pactar en lo oscurito.

No es la primera vez que Salazar Cano hace fracasar un proyecto político, pues en el 2021 hundió a Movimiento Ciudadano. Anteriormente venía de fracasar con el proyecto político de Mauricio Sahuí, candidato perdedor a la gubernatura en el 2018.