MÉRIDA, Yucatán.- Atrás quedaron las épocas de gloria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los arreglos cupulares. Hoy prácticamente ocupa el cuarto lugar de los partidos políticos en el país. Hoy la militancia no tiene voz, hoy la dirigencia crea preocupación por varios hechos que ha arrastrado el partido referente a la desaprobación ante la militancia.

Hace unos días el militante Herbert Vera Gamboa emitió una carta pública dirigida a la militancia priísta como también a Alejandro Alito Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, para pedirle se haga la renovación de Torres Rivas a su cargo por haberse cumplido cuatro años del proceso electivo el pasado 7 de abril del presente.

Aunado a lo anterior, Vera Gamboa nos expresa a través de una entrevista, que algunas de las acciones que ha comandado el presidente estatal desde el poder, especialmente porque el instituto requiere de un liderazgo que escuche a las voces internas.

Con 32 años de militancia, el simpatizante y también consejero estatal, señala que la imagen del presidente del partido se encuentra gravemente dañada, en comparación a otros cuadros políticos, por lo que al seguir al frente del instituto ha provocado que la ciudadanía ya no confíe, como antes en las propuestas que otros militantes quieren ofrecer, por lo que reiteraron que lo mejor para el PRI sería que pida perdón a todos los ciudadanos.

“Debe dejar la dirigencia del PRI para dar inicio a una dirigencia de consensos. Se debe convocar a la Asamblea Nacional para elaborar una nueva propuesta competitiva. Sólo aprendiendo del pasado, el PRI puede aspirar a un futuro”, refirió.

En los primeros párrafos de su mensaje dice:

«Se cumplen cuatro años del proceso electivo de la actual dirigencia estatal del PRI.

Los enemigos de la democracia se enquistaron en el Partido Revolucionario Institucional el pasado. A cuatro años de haber sido electo en un proceso viciado de orígen y muy cuestionable, Francisco Torres Rivas parece más un ‘Caballo de Troya’ que se encarga de acabar con nuestro partido desde las entrañas. Basta con analizar los resultados obtenidos en el último proceso electoral.

Los resultados están a la vista, dejamos de ser la primera fuerza política en el estado. En el Poder Legislativo local nuestra bancada se resumió en una sumisa oposición de dos legisladores distante de la dirigencia estatal y hasta enfrentada.

Tras cuatro años de inoperancia y estancamiento, dónde no hay operación en territorio, el priismo yucateco está hoy ante la posibilidad de renovar a la dirigencia estatal y procurar un cambio sustancial para recuperar espacios a favor de la ciudadanía».

Finalmente, pidió a Francisco Torres que “tenga la amabilidad” de reconocer las fallas que ha encabezado al frente del partido, pues, el abstencionismo en entidades históricamente priistas no se trató de un reclamo propio, sino fue el sentir de la militancia que ya no se sienten parte del partido.