El veracruzano Marco Antonio Cuevas Solano, quien una vez más se enfrentaba a un caso de abuso sexual y corrupción de menores, fue absuelto por el Tribunal Colegiado del Poder Judicial del Estado.
El sujeto estaba acusado de cometer actos lascivos en contra de su ahijada, y también se enfrenta a un caso similar, pero en contra de su sobrina.
Cuevas Solano obtuvo un amparo, liso y llano, que le concedió el Juez Quinto de Distrito, resolución contra la que se inconformó el fiscal adscrito al Juzgado Segundo Penal.
El Tribunal declaró que los cargos que se le imputaban al susodicho no servían porque el abuso sexual en agravio de L.M.A.U. no estuvo bien fundamentado y motivado, y la corrupción de menores e incapaces (que era el delito grave que lo mantuvo en prisión), simplemente prescribió porque ocurrió hace muchos años.
Los integrantes de dicho tribunal no tomaron en cuenta que el sujeto es reincidente en este tipo de delitos.

Cuevas Solano estaba privado de su libertad desde julio pasado, y antes en el mismo Juzgado Segundo Penal enfrentó el cargo de abuso sexual en agravio de su sobrina.
Como eate delito no es considerado grave, pagó una fianza y sigue su proceso en libertad, en espera de que se le dicte sentencia.
Respecto al agravio contra su ahijada, el sujeto negó los hechos y dijo que nunca ha estado a solas con la menor, que vive al lado de su casa.
Mencionó que hacía cinco años no se lleva con sus compadres, porque éstos subieron una barda para delimitar su vivienda y no le consultaron. Dijo que por eso le tienen coraje e inventaron todo ese argumento para perjudicarlo.
Los hechos que lo mantuvieron preso por un año fueron denunciados el 25 de noviembre de 2013, cuando la adolescente, que en ese entonces contaba con 13 años, empezó a mostrar cambios de conducta graves.
La menor relató que un día fue a comprar un “boli” y Cuevas Solano la metió bajo engaños a la vivienda, ubicada en la colonia Industrial,  y una vez ahí la besó en el cuello, le tocó sus partes íntimas y le hizo el sexo oral.
Según la denuncia, no era la primera vez que esto ocurría, pues cuando la menor tenía seis años le hizo lo mismo.