PROGRESO, Yucatán.- Una buena regañiza le puso el gobernador Mauricio Vila Dosal al presidente municipal de Progreso, por las graves acusaciones que hicieron empresas a las que les pide «moches» disfrazados de «donativos» para obras sociales en el puerto.

También le pidió que sea más discreto con sus viajes al extranjero, pues todo mundo se enteró en Progreso que del 5 al 9 de mayo estuvo con toda su familia en Miami, Florida, donde fue a ver sus negocios, departamentos y gimnasios que administran sus juniors.

Igualmente lo «aconsejó» que no sea tan boquiflojo como para aceptar que recibe esos «donativos», aunque jure y perjure que son para obras sociales.

También le recomendó que tomé su pastilla y sobre todo ácido fólico para que ya deje de regarla, pues si ya de plano perdió la candidatura a gobernador, si sigue así podría perder hasta la de diputado federal, que podría ser su premio de consolación.

Todo lo anterior es lo que creen los progreseños que abordaron Zacarías y el gobernador en la reunión que tuvieron ayer, y de la cual el alcalde de Progreso compartió una foto en redes sociales.

Como informamos, además de pasar la charola con las empresas locales, la ambición de Julián Zacarías va más allá y pide «moches» a las empresas que quieren instalarse o invertir en el puerto, así como a las que reciben productos y materiales en el puerto de altura.

Estas últimas empresas no están dispuestas a dejarse sobajar y ya denunciaron ante el Gobierno del Estado por estos «donativos» que les exige Julián Zacarías.

Los empresarios acusan al alcalde de Progreso de pedir «donativos voluntarios», pero muchos se incomodan porque este pago es adicional a las cuotas que tienen que pagar las empresas importadoras por concepto de maniobras marítimas.

En diciembre, como informamos, las dependencias del ayuntamiento de Progreso pasaron charola con los empresarios del puerto para sus festejos navideños.

Los «moches» de Zacarías comenzaron con la construcción del Sendero Jurásico, un proyecto que es como un barril sin fondo por todo el dinero que jala, pero el cual Julián lo toma como su bandera para promoverse políticamente.