MÉRIDA, Yucatán.- Madrugadora como la gente de antaño, el lunes 15 de mayo doña Meissi R.E.V., de 78 años, acudió muy temprano, a las 5:30 de la mañana, al Cementerio General de Mérida para visitar la bóveda de sus familiares.

Creyendo que era la Mérida tranquila de sus años mozos, vio a un hombre de camisa azul que estaba cerca de ahí y le pidió ayuda, pero no sabía que se estaba entregando a las manos de su verdugo.

El sujeto, de complexión media gruesa, de 1.67 metros de estatura, le dijo que sí la ayudaba, pero en lugar de eso la jaló y la internó dentro de los pasillos rodeados de tumbas.

Ahí la sujetó por el cuello y comenzó a golpearla brutalmente, como si ella fuese a oponer resistencia al robo.

Doña Meissi sintió que se asfixiaba y perdió el conocimiento mientras el individuo logró escapar impunemente llevándose lo poco que tenía la adulta mayor.

Ensangrentada y arrastrándose logró salir a la calle a pedir ayuda, donde la gente la auxilió, pero del atacante no se supo más.