Preocupante la normalización del uso de dispositivos electrónico como niñeras

CIUDAD DE MÉXICO.- Las especialistas en salud mental del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) ven con preocupación la normalización del uso de dispositivos inteligentes, principalmente teléfonos inteligentes y tabletas, que son usados como “niñeras electrónicas” a edades cada vez tempranas:

“De forma premeditada o inconscientemente, una diversidad de padres de familia están literalmente pegando a sus niños, incluso bebés, a estos dispositivos por horas, lo cual puede traer afectaciones en su desarrollo cognitivo y psicosocial. En CEEPI sabemos que los niños menores de cinco años no deberían hacer uso de estos dispositivos de forma indiscriminada, por las afectaciones emocionales que ya están presentando los menores”, explicó la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del organismo.

En ese sentido, la especialista afirmó que los padres de familia, sin proponérselo, están volviendo adictos a sus hijos a estos dispositivos; es más, los smartphones o tabletas se están convirtiendo en un condicionante para realizar actividades básicas:

“Hemos observado que muchos menores de cinco años condicionan sus tareas básicas a cambio de estar pegados a los pantallas; por ejemplo, los alimentos, incluso se puede ver este fenómeno en restaurantes donde los menores no socializan sino que están inmersos en sus dispositivos: esto no puede ser saludable”, sostuvo la Mtra. Susana Salazar Gómora, coordinadora general del organismo y especialista en Psicología Infantil.

Y fue más enfática: “Sabemos que los menores de tres años no deberían exponerse a estos dispositivos porque su cerebro aún se está desarrollando durante estos primeros años de vida. Está comprobado que ellos aprenden mucho mejor y de una manera más natural y rápida cuando se relacionan directamente con los personas, no con las pantallas de estos dispositivos”, explicó.

Al respecto, Claudia Sotelo Arias subrayó que la tecnología es un mal sustituto de las relaciones sociales de persona a persona: “a esa edad, la vida es mucho mejor sin estos dispositivos. El hecho de sentir curiosidad por el mundo, aprender de otras personas y escucharlas, les entrega aprendizajes que no pueden obtenerse en la vida virtual: estamos hablando de relacionarse socialmente y de aprender a manejar sus emociones, algo que es fundamental para su futura vida adulta”, dijo.