Mientras niños mueren de cáncer en México, el senador morenista Armando Guadiana se atiende en Houston

CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras que en México miles de niños fallecen de cáncer por la detección tardía de la enfermedad, la falta de acceso oportuno a los tratamientos médicos y las complicaciones propias de la enfermedad, los morenistas tienen el privilegio de tratarse de esa enfermedad en hospitales del extranjero, como el caso del senador Armando Guadiana, quien fue hospitalizado en la ciudad de Houston, Texas, con el propósito de continuar su tratamiento contra el cáncer de próstata que le fue diagnosticado en 2015.

El senador, quien recientemente fue candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, decidió buscar tratamiento en Houston, conocida por sus instalaciones médicas de alta calidad; pero, sobre todo, por su especialización en tratamientos para el cáncer.

La Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) ha señalado que la falta de registros actualizados, confiables y completos impide medir las consecuencias del desabasto de tratamientos oncológicos para los niños, lo que significa que no hay una política real protección y ayuda a los niños que padecen esa enfermedad mortal.

En México aproximadamente se presentan 5,000 nuevos casos cada año y la tasa de sobrevida oscila entre el 51% y 52%. Por tal motivo, la cifra de decesos anuales estaría en alrededor de 2,500 niños, la mayoría por falta de detección temprana, falta de tratamientos o de medicamentos, sin saber las cifras exactas en cada caso.

Morena no ha priorizado la atención pronta y de calidad a los menores enfermos de cáncer y eso se evidencia con la falta de controles y el desconocimiento de las causas reales de las muertes.

El morenista Guadiana se encuentra actualmente bajo atención médica en Houston y se espera que su equipo de comunicación proporcione actualizaciones periódicas sobre su estado de salud a medida que se disponga de nueva información, pero sin duda la atención que recibe es mucho mejor que la que se les da a los niños mexicanos enfermos de cáncer en los hospitales públicos de la 4T.