MÉRIDA, Yucatán.- La incorporación de la mujer en toda la cadena de valor representará una garantía de que el ingreso que obtenga llegará directamente a cada hogar y contribuirá al bienestar familiar y a la mejora de los niveles de vida, aseguró el Ing. Alfonso Alberto González Fernández, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción.

El empresario resaltó que la mujer se distingue por aplicar con pulcritud todo lo que se puede obtener de los recursos; con este catalizador, podrá aplicarlo en la educación, la alimentación, además de conseguir mayor independencia del machismo y, sobre todo, contar con seguridad social.

Ante las dificultades cotidianas para consolidar mayores empleos, que además sean mejor pagados, existe una oportunidad sustantiva que ofrece la inclusión a fin de abatir la lastimosa brecha de género.

Aterrizar la inclusión total de la mujer en la cadena de valor detonará alianzas entre productores y constructores y, con esta fórmula, el sector primario contaría con recursos financieros que le permitirían extender sus actividades, sobre todo evitar intermediarios.

González Fernández insistió en que con esa política de inclusión, el sector de la construcción gestionará los recursos y construiría las obras necesarias, desde la ampliación de superficies de cultivo con facilidades técnicas de vanguardia hasta caminos, bodegas e, inclusive, frigoríficos.

Alfonso González agregó que incorporar al sector femenino a la cadena de valor brindará condiciones de autonomía e independencia económica, permitiéndoles una mejor calidad de vida, libre de discriminación y violencia, lo cual es la meta.

El rol de los empresarios representa una oportunidad innovadora de autogestión y trabajo para todos, contribuyendo significativamente a disminuir la presión sobre las autoridades.

El profesional dejó en claro que el nuevo reto, denominado “gestión por inclusión”, prevé nuevos modelos de inversión construyendo infraestructura, mediante lo cual podremos activar y reducir aceleradamente la brecha existente con el sector primario.