MERIDA, Yucatán -Cuatro individuos implicados en el homicidio del empresario regiomontano José Ángel Dávila Bernal,  ultimado con arma de fuego la noche del pasado sábado en el estacionamiento de una plaza comercial al noroeste de Mérida, fueron detenidos hoy por policías investigadores de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE). 

Las evidencias recabadas durante las investigaciones, acreditan la probable responsabilidad de los sujetos en la muerte de  Dávila Bernal. originario del estado de Nuevo León y que comercializaba automóviles de lujo.

De los detenidos, dos están acusados de homicidio calificado. Ellos son Joel M. N., alias “Mainor”, de 32 años, originario de Baja California, y Edgar Paúl V. R., alias “Slippi”, de 33 años, oriundo de Acapulco, Guerrero.

Por el delito de encubrimiento Ramón B. R., de 36 años, de Jalisco, y Miguel A. C., de 26, oriundo de Oaxaca.

Los cuatro son empleados de call center.

El sábado 14 de este mes se recibió en el número de emergencias 9-1-1 una llamada en la que se decía que una persona había sido herida con arma de fuego en una plaza comercial.

De inmediato desde el Centro de Control C5i de la SSP se activaron los protocolos correspondientes para localizar a los responsables y para el esclarecimiento de los hechos.

Al momento de la agresión la víctima estaba en compañía de otras personas que enseguida lo subieron a un vehículo particular para trasladarlo a un hospital, donde poco después se informó de su fallecimiento.

Los agresores huyeron en un automóvil Toyota blanco que trataron de incendiar. El vehículo fue localizado abandonado en el fraccionamiento Vista Alegre.

Por las pruebas obtenidas durante las investigaciones, la SSP señala que es posible afirmar que los hechos no tienen relación con actos de delincuencia organizada, sin embargo, al tratarse de una investigación en curso, las autoridades no pueden hacer pública mayor información.

Los cuatro fueron puestos a disposición del juez de control que emitió la orden de aprehensión.

Todo indica que el crimen se trató de una venganza, aunque se desconoce de que tipo, sin descartar un lío pasional o derivado de una deuda económica. También se especula qué existe un autor intelectual y éste no ga sido detenido