Perros y gatos también desarrollan tumores cerebrales: ¿cómo detectarlos?
Al igual que los humanos, mascotas como perros y gatos también pueden desarrollar tumores cerebrales.
Un tumor es un conjunto de células que crecen de forma descontrolada. Esta proliferación puede provocar la diseminación de los tejidos y, eventualmente, la muerte”, explica Fausto Reyes Delgado.
El director de Desarrollo Institucional de Comunicación y Educación Continua del Hospital Veterinario UNAM Banfield explica que los tumores pueden ser benignos, es decir, que crecen sin causar disfunciones significativas y su eliminación suele resolver el problema.
Pero también los hay malignos, que se propagan a otros órganos interfiriendo con sus funciones y consumiendo gran parte de la energía del animal.
En el caso de los perros, los tumores pueden ocupar entre el 45 y el 50 por ciento del cerebro, y se manifiestan entre los 5 y 7 años.
En los gatos, abarcan hasta un 60 por ciento del cerebro y se presentan generalmente entre los 9 y 12 años.
Existen dos tipos de tumores. Los primarios afectan al sistema nervioso central, como el meningioma, común en razas de perros de hocico largo como los Collie, Doberman y Pastor Alemán.
Los secundarios, por su parte, se originan en otros órganos pero su metástasis afecta al cerebro. Como los tumores Gliales que se presentan comúnmente en los perros de hocico chato.
Sin importar su tipo, dañan el tejido en el que crecen, provocando el efecto masa en el que el tejido cerebral se comprime y desplaza.
Los tumores cerebrales se manifiestan en perros mediante convulsiones o cuando el ejemplar camina en círculos constantemente, presenta falta de coordinación al caminar o sufre una inclinación de la cabeza, consecuencia de la presión interna del tumor.
Los gatos presentan cambios de humor o ataxia (caminar tambaleante) y caminan en círculos.
De detectar tales signos se debe llevar a la mascota al veterinario para una evaluación completa que puede incluir un examen neurológico, pruebas de laboratorio y radiografías, además de resonancia magnética y tomografía.
El tratamiento de los tumores cerebrales en perros y gatos consiste en quimioterapia, con la cirugía dependiendo la localización del tumor.
Pero si crece y afecta áreas vitales como el hipotálamo o el cerebelo puede acortar la vida del animal.
En casos extremos se debe considerar la eutanasia, a fin de evitar el sufrimiento de la mascota.