En Yucatán el frío 'acalambra' a la delincuencia

En Yucatán, uno de los estados más seguros de México, la delincuencia es tan leve que las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días son capaces de acalambrar a los «malandros».
A diferencia de otras partes de México, donde la delincuencia organizada aprovecha las frías noches para hacer de las suyas, en Yucatán los criminales -la inmensa mayoría pertenecientes a la delincuencia común- se refugian en sus casas cuando el termómetro baja más allá de 15 grados.
Eventos como fiestas y reuniones en las que abundan las bebidas embriagantes también «se enfrían» cuando refresca de más en Yucatán, en especial en Mérida.. En consecuencia, se reducen drásticamente accidentes y lesionados en peleas al calor del alcohol.
En los bares, cantinas y centros nocturnos pasa lo mismo, baja la clientela a causa del frío.
También disminuyen robos y asaltos, pues a los delincuentes «les da flojera» salir, y prefieren dejar sus actividades para cuando suba un poco la temperatura.

Las autoridades policiacas confirman que el frío incide en la baja en los ínidices delictivos, especialmente en Mérida,donde también baja el consumo de alcohol y con ello los delitos, poniendo como ejemplo que hay menos borrachos envalentonados que se pelean o agreden a sus esposas en esta época.
Sin embargo, la SSP no baja la guardia porque hay algunos delincuentes, muy pocos, que intentan aprovechar la situación para salir a robar creyendo que la policía se «esconde» por el frío, aunque en realidad los patrullajes no se suspenden, para lo cual los policías también usan chamarras para enfrentar el descenso en las temperaturas, sobre todo por las noches.
Por las noches, a causa de la humedad excesiva (el sereno se diría en Yucatán) las calles están prácticamente vacías, y las pocas personas que se ve es porque salen de noche de sus trabajos y apuran el paso para llegar a sus casas para no exponerse a la «heladez».
Este es el panorama que vive la delincuencia en Yucatán cuando hace frío. Es resumidas cuentas podríamos decir que en Yucatán el frío «acalambra» a la delincuencia.