En la megacárcel inaugurada hace casi dos años por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, los reos duermen en catres de acero sin colchón y se abrigan con una sábana delgada; y comen frijoles o pasta, nunca carne por orden del Gobierno.

Los reos salen de sus celdas solo para audiencias judiciales virtuales en una de las salas en el penal o para hacer ejercicio por media hora al día en un pasillo, en el que ven la luz.

Esa es la megacárcel Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), del presidente Nayib Bukele, vista como ejemplo en el mundo y que este mes cumple dos años.

El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) es un centro penitenciario de máxima seguridad con capacidad para 40,000 presidiarios situada en el distrito de Tecoluca en el departamento de San Vicente, en la zona paracentral de El Salvador.

Es la cárcel más grande de América. Y la más segura y rigurosa con los reos.

El año pasado, entidades vinculadas con la función de Seguridad Pública de los países de Brasil, Perú y Chile visitaron a El Salvador con el fin de conocer aspectos sobre el Plan Control Territorial; el objetivo ha sido el de implementarlos en sus países, incluido el Cecot.