MÉRIDA, Yucatán.- El nivel de repudio contra el gobernador de Yucatán, Joaquín «Huachinango» Díaz Mena, es tal qué sus paisanos lo han colocado como uno de los los peores gobernadores del país. 

Basltaron solo cuatro meses para que la gente se dieta cuenta de su pobre capacidad para gobernar, dilapidando así  el grandioso capital que le dieron las elecciones de junio pasado. 

Y es que hoy se ubica entre los gobernadores peor evaluados de México, cuando todos sus antecesores siempre estuvieron en el top cinco de los mejores.

Esa ventaja de 100 mil votos que supuestamente le dieron los electores hoy se ha pulverizado con una cadena de error tras error desde el inicio de su administración, cuando no supo manejar la contingencia por el huracán Milton, que dejó al menos ocho pescadores muertos por su negligencia y la de sus asesores.

Desde entonces ha sido yerro tras yerro del «gobernador del pueblo». Su más reciente escándalo es el linchamiento en Tekit, que lejos de manejarlo con sensibilidad e inteligencia se va por el método del montaje, de la búsqueda de chivos expiatorios, de la invención de delitos para revictimizar a los involucrados en esta doble tragedia.

Estos errores lo han llevado a ocupa el lugar 21 en la evaluación de gobernadores, de acuerdo con la empresa FactoMétrica. 

El gobernador yucateco  está en el «honroso» grupo de gobernadores tan repudiados como Evelyn Salgado de Guerrero, Rubén Rocha de Sinaloa y Layda Sansores de Campeche.

Cabe señalar que todos esos detestados gobernadores ya tienen varios años de gestión, a diferencia de el «Huachinango», que solo tiene cuatro meses, está en el inicio de su administración y ya va en caída libre.