Quien está pasando agachado y no le ha tocado ninguna pizca de responsabilidad en la tragedia de Peloncito, en Cielo Alto, es el alcalde de Kanasín, Edwin Bojórquez, quien al estilo del gobernador se la pasa de fiesta en fiesta sin atender zonas que le pertenecen a su municipio.

Contrario a su nombre, Cielo Alto es un fraccionamiento alejado de la mano de Dios… y de la autoridades de Kanasín. Hasta ahora ni Edwin ni su esposa, quien quiere heredar la presidencia municipal, han dicho si van a hacer alguna iniciativa para atender los problemas sociales.

Ni siquiera han visitado el fraccionamiento y están tratando de pasar lo más agachados posibles para que no los salpique esta tragedia que habla mucho de las inacciones del matrimonio Bojórquez Balam, que quiere perpetuarse en el poder con mucho circo, como el carnaval y las fiestas tradicionales.

Edwin baila y baila jarana mientras su municipio y en particular zonas como Cielo Alto se hunden en un infierno de indiferencia e irresponsabilidad.