El presidente de EE. UU., Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva para desmantelar el Departamento de Educación, reduciendo sus funciones a lo más esencial, de acuerdo con su promesa electoral de recortar el Gobierno federal y transferir más competencias en materia educativa a los Estados.

Aunque la Casa Blanca ha reconocido que la agencia no podrá cerrarse por completo sin la aprobación del Congreso, se mantendrán funciones básicas, como la gestión de ayudas, becas y préstamos estudiantiles.

Trump firmó el decreto en la Casa Blanca, rodeado de una docena de niños sentados en pupitres, quienes fueron invitados al evento. También estuvieron presentes varios gobernadores republicanos, como Ron DeSantis (Florida), Jeff Landry (Luisiana), Bill Lee (Tennessee), Kim Reynolds (Iowa), y el congresista republicano Rick Allen.

El presidente explicó los argumentos detrás de la decisión de desmantelar el Departamento de Educación, señalando que EE. UU. ha gastado tres billones de dólares en los últimos 45 años en educación, pero los resultados en las pruebas de nivel, especialmente en matemáticas y lectura han empeorado. Trump destacó que Estados Unidos es el país desarrollado que más dinero ha invertido por alumno en las últimas décadas, sin que esto haya mejorado el rendimiento académico.

A pesar de la reducción del Departamento, Trump aseguró que se preservarán los apoyos a niños con necesidades especiales y discapacidades, así como las ayudas del Título I de la Ley de Educación Primaria y Secundaria, que benefician a los estudiantes de familias de bajos ingresos. Sin embargo, estas ayudas serán redistribuidas entre otros departamentos y agencias.

Aunque se considera altamente improbable que el Congreso apoye el cierre total del Departamento de Educación, debido a la falta de respaldo por parte de los demócratas, Trump sigue confiado en que podrá reunir suficientes votos en el Legislativo para llevar a cabo su plan.

Durante el acto también presentó a Linda McMahon, la actual secretaria del Departamento, a quien describió como “probablemente nuestra última secretaria de educación”. Además, comentó que algunos miembros del Partido Demócrata creen que ya es hora de desmantelar la agencia.