MÉRIDA, Yucatán.- El pequeño Federico Efraín Ramírez Cruz, de dos años, originario de Escárcega, Campeche, es el niño que falleció en el accidente de un avión de la Secretaría de Marina cerca del aeropuerto de Galveston, Texas, cuando era transportado de Mérida al Hospitals for Children donde recibiría atención especializada por quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo.

El menor estaba ingresado en el Hospital O’Horán en espera de su traslado aéreo a Galveston, ya que tenía quemaduras graves que sufrió al estar jugando en su casa y cayó accidentalmente en una olla con agua hirviendo, que sus padres bajaron del fogón al piso.

Sus padres contactaron a la Fundación Michou y Mau y de acuerdo con la delegada en Yucatán, Anne Vilchis, realizaron todos los trámites, incluida el alta voluntaria para ser transportado ayer lunes hacia Texas.

La aeronave ANX 1209, un Beech King Air 350 de la Secretaría de Marina Armada de México, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Manuel Crescencio Rejón de Mérida, de donde partió a las 13:00 horas con destino a Galveston, Texas.

La aeronave llegó procedente de la Ciudad de México, donde salió poco después de las ocho de la mañana para aterrizar en la capital de Yucatán a las 10:18 horas, donde ya era esperada por el menor, quien fue trasladado bajo cuidados extremos al aeropuerto meridano.

De las ocho personas que viajaban a bordo, las autoridades han confirmado la muerte de las siguientes personas:

• Teniente Víctor Rafael Pérez Hernández – Semar

• Teniente Juan Iván Zaragoza Flores – Semar

• Marinero Guadalupe Flores Barranco – Semar

• Federico Efraín Ramírez Cruz – Paciente

• Dr. Juan Alfonso Adame González – Médico civil

En calidad de desaparecido está el Teniente Luis Enrique Castillo Terrones – Semar, quien es buscado por elementos de la Guardia Costera de Estados Unidos.

Los sobrevivientes son Miriam de Jesús Rosas Mancilla – Enfermera y la madre del menor Julia Aracelis Cruz Vera, quienes fueron rescatadas y trasladadas a un hospital local.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) iniciaron las investigaciones para determinar las causas del siniestro. Aunque los reportes meteorológicos señalan la baja visibilidad como un factor crítico, no se descartan fallas mecánicas.

La Secretaría de Relaciones Exteriores y la Fundación Michou y Mau ya trabajan en la asistencia consular para las familias afectadas y el proceso de repatriación de los cuerpos.

Un par de pescadores fueron los primeros en llegar al sitio del accidente y rescataron a una mujer.