Ladrón se asocia con su suegra y fomentan un próspero, ilícito negocio
Contra lo que sucede con muchos yernos, que odian a sus suegras, un vecino de Motul no sólo no está enemistado con la suya, sino que la hizo su socia en el «arte del robo».Los protagonistas de esta peculiar historia son Virgilio Chalé Tamayo, de 23 años, y su suegra Refugia Ucán Mukul, de 55, quienes fueron detenidos por robar y por vender el botín, respectivamente.Pese a que ambos llevan «trabajando» juntos desde hace tiempo, una mala decisión de la suegra los perdió a ambos, pues Refugia tuvo la «brillante» ocurrencia de intentar vender el botín en el mismo negocio donde lo robó su yerno días antes.A Refugia no le fue tan mal, ya que fue liberada a cambio de que se entregará voluntariamente su yerno Virgilio, quien también corrió con fortuna porque se determinó que no hubo flagrancia en la captura y también regresó a las calles, aunque ya se ha solicitado orden para recapturado.De acuerdo con los datos recabados, María Refugia Ucán fue a vender por calles de Motul tres relojes por indicaciones de su yerno, quien le dijo que los comercializará en $200 cada uno. Sin embargo, nadie se interesó, se fue al centro y ofreció los relojes en la joyería “Alex”, en la calle 28 entre 27 y 29, ya que su yerno no le dijo que ahí había robado los relojes.El dueño del negocio, Óscar Morales, le ofreció a María Refugia $50 por cada uno, pues ya se había percatado que eran los que le robaron días antes.La mujer no quiso vendérselos porque su yerno le bajaría la comisión, pues le había precisado que debía venderlos en $200.La mujer se fue y Óscar Morales avisó a la Policía Municipal, que detuvo a la mujer, en cuyo auxilio llegó su hija, Daniela Jazmín Moo Ucán, de 25 años, quien dijo que no tenían conocimiento de que su esposo se dedicaba al robo.Sin embargo, después aceptaron estar enteradas, incluso admitieron que Refugia lo ayudaba vendiendo lo hurtado.Los policías fueron a casa del sujeto, en la calle 24 entre 19 y 21, donde inicialmente declinó salir, pero al ser advertido de que su esposa y su suegra serían remitidas a la Fiscalía, salió y se entregó a cambio de que ellas fuesen liberadas.El sujeto, auxiliar de albañil, admitió que hace tres años no trabaja y que desde entonces roba y vende lo robado con la ayuda de su «socia».Devolvió 15 relojes, una laptop y otros artículos que tenía en un pozo seco en un terreno aledaño a su casa, donde también había muchas boletas de empeño.Fue entregado a la Fiscalía, pero también fue liberado porque no hubo flagrancia.
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