Esperan encerrados en un templo 'tsunami' del fin del mundo

En espera de una ola gigante que marcaría el fin del mundo, miembros de una congregación religiosa, denominada Casa de Dios, iglesia cristiana Eben-Ezer, se encerraron desde la noche del martes en un «templo» siguiendo las “predicciones” de su «pastor».
Desde días antes los miembros de esta «iglesia», ubicada en Dzidzantún y entre los que hay maestros, doctores y enfermeras, retiraron dinero de bancos, quemaron ropa y compraron víveres para esperar encerrados un «tsunami», provocado por un meteorito que caería en el puerto de Santa Clara.
De acuerdo con esta «profecía», la ola gigante devastaría toda la costa de Yucatán y avanzaría tierra adentro provocando una catástrofe de proporciones bíblicas que marcaría el fin del mundo.
Esto generó inquietud y confusión en Dzidzantún. Sin embargo, la cosas dieron otro giro porque en el sitio metieron a niños contra la voluntad de sus padres, que temiendo que todo terminara en tragedia dieron parte a las autoridades, cuyos representantes acudieron al lugar para verificar el reporte y en busca de los resposables de la congregación, pero nadie atendió a sus llamados.
Las autoridades querían hablar con el doctor Leopoldo Magaña Aguilar, líder de la «iglesia» y quien se ostenta como “pastor”.

Llanto de los niños

Les inquietó el llanto de los niños y los gritos que se escucharon en el interior del local, que fue sellado por dentro y por fuera con enormes paños de madera, y sellado con cemento, a fin de que no se filtrara el agua que provocaría la «ola gigante» que mataría a millones de personas.
Se solicitó el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública ante la queja de los señores René P.O. y José V.B.B., cuyas familias se encontraban en ese lugar y las cuales entraron pese a la insistencia de que todo se trataba de una locura.
Durante más de media hora las autoridades que llegaron al sitio estuvieron llamando pero nadie salió, hasta que finalmente una persona se acercó a las rejas y dijo en tono amenazante que interpondría una demanda contra la padres y las autoridades por allanamiento de propiedad privada.
Policías le dijeron que dos hombres querían saber si sus esposas e hijos, que permanecían en ese sitio desde la noche del martes, se encontraban bien, ya que habían intentado comunicarse con ellos sin que nadie contestara a los teléfonos celulares, lo cuales incluso fueron apagados.
José V. B. B. indicó que desde la tarde del martes vio extraña a su esposa, quien le pidió llorando que junto con sus hijos entraran a la iglesia cristiana Eben-Ezer, que por cierto carece de registro, porque la madrugada del miércoles el mundo llegaría a su fin ante una ola que impactaría en el puerto de Santa Clara, y todos los que estuvieran dentro del «templo» del doctor Magaña se “salvarían”.

El doctor Magaña y su arca de Noé

En respuesta le dijo a su esposa que no podían entrar porque todo estaría bien, pero la mujer hizo caso omiso y retiró todo su dinero del banco, como le indicó el «pastor», quien como parte de los preparativos de su «arca de Noé» pidió a sus «feligreses» que deberían quemar toda su ropa y cooperar para que se compraran víveres, ya que ellos serían los únicos sobrevivientes del “tsunami”.
René P. O. señaló que su esposa e hijos menores de edad entraron porque Magaña Aguilar les dijo que el mundo se acabaría a las tres de la madrugada, pero tenían que prepararse desde la una.
Al ver que no ocurrió nada de lo que predijo el falso pastor, P. O. fue a buscar a su familia pero se la negaron.
Se preocupó mucho porque ha leído que casos similares han terminado en tragedias, pues al ver que no se cumplen sus «predicciones» muchos de esos falsos pastores terminan matando a sus seguidores dándoles a beber alguna sustancia venenosa.
Según dijo, las personas que siguen a Magaña Aguilar se desligan de diversos credos por desobediencia de las normas religiosas.
Ante la insistencia, salieron del inmueble algunas personas y permitieron que los hombres vieran a sus familias, que parecían hipnotizadas, pero no querían que sacaran a sus esposas. Las autoridades le recomendaron a Magaña Aguilar que mejor dejara salir a las familias ya que había menores de edad que requerían estar con sus padres.
Los vecinos aprovecharon para quejarse de que en ese sitio se escuchan gritos y constantes ruidos en las madrugadas, porque en la citada «congregación» se práctican «exorcismos».

El pastor es director del Centro de Salud

Magaña Aguilar es director del Centro de Salud de Yobaín y fue integrante de un conocido templo de esta localidad, pero ante desobediencia a la constitución que rige la Iglesia Evangélica Presbiteriana decidió separarse y crear su propio grupo.
Se averiguó que los “profetas” de la «congregación» tienen que hacer ayuno durante toda la semana, lo que ha repercutido en la salud de una mujer que incluso no puede dormir.
Hasta las 2 de la tarde del miércoles la gente seguía dentro del local, realizando actividades como si nada hubiera sucedido.
En otros lugares no se ha tenido la misma suerte que en este caso de Yucatán, pues los delirios del fin del mundo de muchos pastores fanatizados han terminado en tragedias que ha costado la vida a miles de personas.

2 thoughts on “Esperan encerrados en un templo 'tsunami' del fin del mundo

  1. puras mamadas sigan creyendole a esos individuos que se hacen pasar por dioses y los demas bobos que les creen.

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