Asesinó a su amasio, ahora a ella presa la mata el cáncer
Dicen que el karma lo alcanza a uno tarde o temprano, y al parecer este es el caso de la veracruzana María del Carmen Estudillo Díaz, quien está en el Cereso femenil acusada de haber dado muerte a su amasio, que recientemente había puesto a la mujer como beneficiaria de un seguro de vida.
Ahora María del Carmen se enfrenta a un cáncer que está acabando con su vida y ha mermado su salud durante su estancia en prisión.
De acuerdo con sus familiares, la mujer está ya en la fase terminal de la enfermedad y por ello han solicitado a la Juez Primero de Ejecución de Sentencias que autorice la liberación de Carmen Estudillo, actualmente de 51 años, a fin de que pase en casa sus últimos días.
Hace unos días los familiares se entrevistaron con la licenciada Martha Leticia Ku Meneses, titular del Juzgado Primero de Ejecución de Sentencias, a quien le reiteraron su solicitud para que la someta a estudio sobre la factibilidad de la excarcelación, a fin de la sentenciada sea trasladada a su domicilio y reciba la atención necesaria que no se le está brindando en el Centro Femenil de Reinserción Social del Estado.
Luz y Adda Ramírez Estudillo, junto con su hermano y otro familiar, dijeron que a su madre no le están dando la quimioterapia que requiere para su enfermedad terminal, así como tampoco la dieta especial que necesita y medicamentos adecuados, pues en el penal solo le dan Ketorolaco y otra pastilla para el dolor.
La directora del reclusorio, Anastasia Tiburcio Castillo, les ha dicho que el Centro de Reinserción es un penal no un hospital, y le retiraron una silla de ruedas, ya que era prestada.
Según los familiares, el especialista Alberto Mejía ha comparecido ante la autoridad para confirmar el diagnóstico de la enfermedad.
María del Carmen fue sentenciada a 28 años de prisión por la muerte de su amasio Arsenio Dzul Cauich, de 64 años de edad, a quien dio muerte a tubazos el oaxaqueño Angel Orozco López (a) “El Nico”, a quien se le impuso una pena superior a los 30 años de prisión.
El móvil fue el seguro de vida que la víctima había puesto a nombre de la mujer hoy consumida por el cáncer, quien planeó quedarse con el dinero del seguro y adelantar el cobro con el asesinato de su pareja sentimental.
Contrató los servicios de “El Nico”, quien dijo que como estaba muy endeudado, aceptó darle muerte a Don Arsenio por 50 mil pesos y lo atacó en un terreno de San José Tecoh y el cuerpo llevado a tirar a terrenos de la comisaría de Xcunyá.
¿Cómo sentir compasión por quien mató por ambición? Sentir lástima por un criminal es como querer respirar por los oídos: es imposible. Que muera en la cárcel, que ahí se quede y que cumpla su condena sin más; que se pudra en cautiverio.
Había una vez una pareja de malditos, sus nombres: Sergio Antonio Suárez Vences que junto con su amante, Ma. del Carmén Estudillo Díaz cometían muchos fraudes, ella se dedicaba a la prostitución siempre fue muy ambiciosa y cruel. El carro que se utilizó la mujerzuela en el asesinato para matar a otro de sus amantes pertenecía a Sergio Antonio Suárez Vences quien perdió su trabajo en Sigma Alimentos S.A. de C.V. por dejarse manipular ciegamente por esta mujer. Muy merecido tienen el final que el destino escribió de sus vidas, él ahorcándose de forma tan cobarde y ruin y ella totalmente invadida por el cáncer; Aunque hay gente q' la defienda (Familiares), en el fondo saben que clase de fichitas eran estas"personas" No cabe duda que Dios es justo y deja que las cosas caigan por su propio peso.