Especialista de la UNAM imparte conferencia en el inicio del FICMaya
2014.
Mérida, Yucatán, 17 de octubre de 2014.- Las mayas orientaban la construcción de sus ciudades y templos hacia diversos astros, por lo que la práctica de la alineación del Sol con la arquitectura generó un gran prestigio y apropiación del poder político, afirmó el investigador Jesús Galindo Trejo, en el marco del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2014.
Durante la Primera Mesa Redonda del Mayab denominada “Arquitectura y sociedad entre los mayas”, el académico del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sostuvo que las principales estructuras de esta antigua civilización fueron orientadas hacia la salida y la puesta del Sol en fechas que dividen el año en cuentas de días expresables a través de los números que defienden el sistema calendárico mesoamericano.  
“Los mayas prehispánicos fueron minuciosos observadores del cielo y expertos en la práctica del medir el tiempo. Buscaron y hallaron en el firmamento la inspiración y el conocimiento que plasmaron en su arte”, manifestó.
Al impartir la conferencia denominada  “Arquitectura y calendario: la manifestación de una práctica de culto celeste” en la Sala Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, el  especialista en astronomía detalló que la cuenta del tiempo fue considerada como obra divina por lo que en algún momento del año el disco solar al alinearse a la estructura arquitectónica le confirió un valor simbólico de la mayor jerarquía religiosa.
Ante estudiosos locales, nacionales e internacionales, el académico de la UNAM indicó que derivado de una  reciente investigación de numerosos estudiosos se verificó que los mayas orientaban sus ciudades y templos hacia diversos astros, principalmente al Sol.
La práctica de la alineación del astro rey con la arquitectura generó un gran prestigio y apropiación del poder político a favor del soberano, quien ordenó la disposición de la estructura, acotó.
Galindo Trejo agregó que sin ningún instrumento tecnológico,  los antepasados realizaban despliegues de la geometría trazando sus ciudades y monumentos. Como ejemplo se encuentran la pirámide de Chichén Itzá así como la primera catedral en América Latina, ubicada en la ciudad de Mérida, “San Ildefonso”, la cual fue edificada siguiendo la alineación del Sol.