Aunque las autoridades le sugirieron que podría demandar a su hija por la sustracción de los 40 mil pesos que se llevó cuando huyó de casa, la señora Manuela Mex Balam lo consideró innecesario, ya que se daba por satisfecha con la recuperación de su hija Cristina Isabel Molina Mex, de 15 años.

La adolescente, como hemos publicado, escapó de casa para irse con su amiga Estephani Monserrat Cruz Góngora, a quien sus padres había castigado por sacar malas calificaciones.

Ambas estudiantes de la Preparatoria 1 de la Uady fueron localizadas en Guadalajara, Jalisco, tras permanecer desaparecidas 26 días.

Durante la entrega de las jóvenes a sus padres, en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, se sugirió a la señora Manuela Mex que podría interponer una denuncia contra Cristina por la desaparición de los 40 mil pesos que se utilizarían para pagar los estudios de la quinceañera y sus hermanos.

De haberse interpuesto una demanda, la joven sería remitida al Consejo Tutelar de Menores Infractores, donde se le seguiría un proceso y, en tanto, permanecería recluida en el Centro Especializado en la Aplicación de Medidas Para Adolescentes (Ceama), pero doña Manuela Mex no se mostró interesada en recuperar el dinero sino que se daba por satisfecha con tener a su hija otra vez a su lado.

Además, su esposo consideró que si era recluida en un centro para adolescentes las cosas iban a empeorar en vez de mejorar.

Sin embargo, advirtió que no habrá una segunda vez, porque si vuelve a escapar de casa ya no harán ni siquiera el intento por buscarla.
Como informamos, cuando huyeron de casa el pasado 15 de abril las jóvenes sustrajeron dinero de sus respectivas familias. Cristina se llevó 40 mil pesos que sus padres tenían guardados, producto de la venta de un terreno y que se utilizaría para costear los estudios de la joven y sus hermanos. Por su parte, Estephani se llevó aproximadamente 10 mil pesos.
Ese dinero les sirvió a las jóvenes para sobrevivir el tiempo que estuvieron desaparecidas, y con el cual viajaron a la Ciudad de México y posteriormente a Guadalajara, donde finalmente fueron localizadas.