Luego de sortear medianamente los dos primeros años de su gestión, el gobierno de Daniel Zacarías se derrumba en Progreso en la etapa final del trienio.
Pemex le debe 7 millones y no le paga, los cruceros llegan, pero la gente no se queda en el puerto, y cuando lo hacen le roban. Para colmo, la ciudadanía acusa al alcalde de autorizar dos gasolineras indebidamente.
De poco le ha servido al alcalde pagar publicidad en diversos medios para mantener una imagen positiva, pues los hechos negativos de su gestión empiezan a conocerse y difundirse en las redes sociales.
En el caso de las gasolineras las protestas comienzan a intensificarse y, al parecer, se están saliendo de control de las autoridades municipales, pues los vecinos no están dispuestos a que el ayuntamiento les vea la cara.
Los expendios de combustible se construyen en un predio de la calle 108 con 31 en la colonia Juan Montalvo, y en la colonia Nueva Yucalpetén, cerca de la glorieta.
Ayer los vecinos realizaron manifestaciones a diferentes horas y hoy han vuelto a la carga, bloqueando calles del puerto, como medida de presión por lo que considera decisiones que el alcalde tomó a espaldas de los ciudadanos.
Los afectados sienten que el ayuntamiento no los toma en cuenta, porque ya entregaron cientos de firmas para manifestar su inconformidad, pero las obras en las gasolineras no se han detenido.
Por si fuera poco, dos turistas que llegaron en el crucero Carnival Triumph se llevaron una mala experiencia de su visita a Progreso, donde fueron víctimas de un robo a manos de la delincuencia que opera con total impunidad en el malecón de Progreso.
Sin duda esta hecho repercutirá en la imagen del puerto, que ya de por sí está muy devaluado entre los turistas de crucero, pues de los que bajan al puerto muy pocos se quedan, pues prefieren ir a Mérida o a las zonas arqueológicas.
Por otra parte, el problema de los 7 millones de pesos que le debe Pemex se ha convertido en el pretexto ideal de Daniel Zacarías para decir que no hay dinero para obras en el puerto, con lo cual trata de esconder el desorden y el saqueo en las arcas municipales.
Por si fuera poco, también ha sido incapaz de garantizar la libertad de expresión, toda vez que en días pasados un medio de comunicación que se caracteriza por ser crítico fue víctima de un ataque en una de sus propiedades.