Ciudad Victoria, Tamaulipas, 26 de septiembre de 2014.- El sonido de los timbales e instrumentos de cuerda y viento de la Orquesta Típica Yukalpetén (OTY) se dejó escuchar en total sincronía con el compás de jarana del Ballet Folclórico del Estado en la apertura del Festival Internacional de Tamaulipas (FIT) 2014, en una velada que se volvió completamente yucateca.

El Gobernador de la entidad, Rolando Zapata Bello y su homólogo tamaulipeco, Egidio Torre Cantú, acompañados del embajador de la República Oriental del Uruguay, Jorge Alberto Delgado Fernández, inauguraron la noche del jueves la edición número 16 de esta magna fiesta, en la Plaza Juárez del Centro Histórico de esta capital.

Los ternos multicolores y las albas guayaberas engalanaron la velada, que se vio matizada con el baile y lo mejor del repertorio de la música originaria del estado, en donde el romanticismo y la tradición se manifestaron a través de las letras de destacados compositores, que lograron que los poco más de cinco mil asistentes reconocieran la calidad artística del talento del Mayab.

La Plaza Juárez, ubicada frente el Palacio de Gobierno de esa entidad, se llenó desde temprana hora con el sabor, color y olor de Yucatán con una muestra gastronómica que ofreció lo mejor de nuestra comida, desde los famosos panuchos, salbutes, tamales, cochinita pibil, papadzules y la sopa de lima, hasta el tradicional relleno negro, queso relleno y los codzitos.

Bajo el nombre “Fiesta en Yucatán”, la OTY, acompañada de sus solistas Jesús Armando, Emma Alcocer y Maricarmen Pérez, y el Ballet Folclórico del Estado se encargaron de levantar el telón de este importante Festival, una responsabilidad que no soslayaron y respondieron con creces, al grado que el público se les entregó por completo.

La Orquesta comenzó la velada con la suite «Armando Manzanero», cuyo arreglo es del maestro Pedro Carlos Herrera, para continuar con la pieza “Nunca” de Ricardo López Méndez y Guty Cárdenas, las cuales fueron nada más el principio de una magnífica presentación de una de las agrupaciones artísticas más importantes de la entidad.

El escenario se llenó de color con la aparición de los integrantes del Ballet Folclórico del Estado, quienes con ritmo y movimiento zapatearon al son de “La mestiza”, mientras que Maricarmen Pérez se encargaba de interpretar la melodía.  La alegría continúo con “La jarana de Yucatán” en la voz de Emma Alcocer.

El romanticismo de la trova no podía faltar en una noche totalmente despejada en la capital tamaulipeca y llegó con la canción “Un tipo como yo”, de Sergio Esquivel, que Jesús Armando entonó magistralmente. En seguida le siguieron piezas como “Fiesta en Cisteil” y “Contigo aprendí” de Armando Manzanero.    

“Mi yucateca”, de la autoría Armando González Domínguez, contagió de ritmo a los asistentes y cosechó fuertes aplausos del respetable tras ver a los bailarines realizar la suerte de los almudes, mientras sostenían con la cabeza una charola con vasos y botellas llenas. 

El público totalmente encendido disfrutaba de la presentación, cuando en el sonido se empezaron a escuchar los acordes de la melodía “Mi ciudad” del compositor yucateco Guadalupe Trigo, canto que se ha convertido en emblema de la mexicanidad.

El momento emotivo de la noche llegó luego de la interpretación de las canciones “Peregrina”, de Luis Rosado Vega y Pepe Domínguez, que se llevó una fuerte ovación y “Aires del Mayab”, que puso tentativo punto final a la fiesta de apertura.

De inmediato, los poco más de cinco mil espectadores se pusieron de pie y al unísono gritaron “otra, otra, otra, otra”, petición que la OTY no desairó y para reconocer la entrega del público entonó el huapango “El mil amores”, una pieza tradicional de esta tierra, original de Cuco Sánchez y popularizada por Pedro Infante.

Tras sonar el último acorde, la ovación fue total para los músicos, bailarines y cantantes yucatecos, quienes a base de entrega y sobrado talento pusieron en marcha las actividades de esta magna fiesta de las artes y la cultura.