El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encuentra en quiebra en Yucatán, sin dinero para medicinas ni para subrogar servicios y medicamentos.
Lo que era un secreto a voces, sobre la quiebra del IMSS en Yucatán, ha sido confirmado por clínicas y hospitales de Mérida que se niegan a dar servicios a los derechohabientes que les envía la institución federal por falta de pago.
Y al IMSS no le ha quedado otra que aceptar que las clínicas privadas no presten el servicio subrogado, incluso ha enviado notificaciones por escrito a estos hospitales reiterando que está en quiebra, que no tiene dinero para pagar los servicios, pues ya no tiene «presupuesto».
El problema es que el IMSS debe subrogar ciertos servicios porque sus equipos no se dan abasto para atender a la gente o están descompuestos, como es el caso de un aparato conocido comúnmente como «transductor», que se usa para realizar los ultrasonidos, mismo que se encuentra descompuesto desde hace dos meses en la Clínica T-1

Tampoco hay medicinas, como es el caso del medicamento registrado con el número 2253 (Tiotropio), recetado para el tratamiento de enfermedades respiratorias crónicas.
Derechohabientes del IMSS explicaron a este medio que después de hacerles dar varias vueltas para surtirles ese medicamento, finalmente les dijeron que las oficinas centrales notificaron que esa medicina ya no se surtirá nunca y que esperen a que el médico especialista les de instrucciones de lo que deben hacer, aunque esto se los dirá hasta que tengan cita, es decir en dos, tres, cuatro o seis meses.
La cuestión más grave es la subrogación de estudios, pues el IMSS recurre a una estrategia dilatoria para no brindar el servicio, de tal forma que hace erróneo el papeleo del paciente para que dos o tres veces tenga que regresar a la institución para completar el trámite.
Una vez que se cumplen satisfactoriamente todos los requisitos se autoriza finalmente la atención en una clínica privada, al llegar la fecha del estudio, la clínica privada informa que el IMSS ordenó la cancelación de la prueba por falta de presupuesto.
El caso más reciente de este tipo se dio a conocer ayer domingo, cuando personal de la Clínica de Mérida notificó a la paciente con No. De Seguridad Social 849443001895 que se cancelaba la mastografía que autorizó el IMSS, a través del Dr. Wilbert Pérez Canul.
El personal de la Clínica de Mérida explicó a la paciente que el IMSS envió un escrito, después de la aprobación, en el que informaba que no tiene dinero para pagar dicha prueba, cuyo costó era de aproximadamente de $580″
Se le indicó también que otros derechohabientes corrieron la misma suerte y lo mismo sucede con otras clínicas particulares, toda vez que, reiteraron el IMSS en Yucatán está en quiebra.
) la institución recurre a artimañas para que los pacientes no reclamenlo que ha obligado a listín