En breve se conocerá la sentencia que recibirá Roger Francisco Ábrego Pinzón, acusado de violar a ocho menores de edad, incluyendo su pequeña hijastra, y grabar con su teléfono celular lo ultrajes.

El sujeto, conocido como el «violador de la red», contactaba a la adolescentes ofreciéndoles empleos como edecanes y posteriormente las drogaba para poder violarlas.

En diligencia de vista pública fue notificado de que en fecha próxima conocerá la condena que se le impondrá, después de casi seis años de juicio.

Tratando de librar la acción de la justicia, alegó que padece una enfermedad mental que no puede controlar y que, además, las jovencitas posaron desnudas, dejándose tocar y accedieron por su propia voluntad a los ultrajes.

En sus declaraciones dijo que no atacó, fotografió o grabó las escenas de las mujeres a las que engañó y drogó, sino que únicamente las conocía por chat y ellas se le entregaron por su voluntad y posaron para él, aunque en las fotos que obran en el expediente aparecen visiblemente intoxicadas con alguna droga.

En su contra también hay archivos electrónicos en donde se grabaron las conversaciones que sostenía con las jóvenes, además de un registro de 92 llamadas telefónicas.

Abrego Pinzón, quien se desempeñaba como gestor de cobranzas de Financiera Independencia, enfrenta los cargos de acumulados de violación equiparada, denunciado por P.B.C.; corrupción de menores, abuso sexual y violación equiparada cometido en grado de tentativa, que le imputa B.B.B. en agravio de su pequeña hija -la reconoció como suya- C.C.B., y violación equiparada en grado de tentativa (4), querellados por M.C.M., C.A.M.S. y M.L.G.L. y M.A.V.N.

De acuerdo con el expediente, la sustancia que utilizaba para dormir y drogar a las mujeres, de la cual se le decomisó un frasco en su auto VW Sedán placas YZB9927, es Ribotril (un derivado de Clonazepam) que empleaba con un gotero y que suministraba en dosis según el grado de oposición e intereses por sus víctimas. Para comprar la droga falsificó la receta de un neurocirujano.

Desde 2008 había empezado a contactar a las jóvenes por medio de una bolsa de trabajo por internet que se denomina “Computrabajo”, diciendo que era representante de una compañía llamada “Vinoteca” y empleaba, entre otras, la página web “Intelecto Humano Empresarial, SA de CV”, donde ofrecía buenos sueldos y prestaciones a sus futuras “modelos”.

Era tan astuto que empleaba varios alias para despistar a las muchachas y a las autoridades, pero luego de un largo periodo de investigación se supo que utilizaba los nombres de “Ricardo Ortega”, “Jorge Villafaña de la Rosa”, “Pedro de la Rosa”, “David Villafaña”, “Roger Abrego Pinzón” y “Sergio”.

También despojaba a las jóvenes de sus pertenencias, como dinero en efectivo, una computadora portátil, una cámara fotográfica y un Ipod, entre otros objetos.

Igualmente está acusado de violar a su pequeña hijastra de 5 años de edad e, incluso, grabó el ultraje con su teléfono celular.