Tanto ladró el perro que unas desalmadas personas se molestaron y le cortaron las orejas para que deje de hacer bulla, en Perú.

Esta es la dramática historia de ‘Negrito’, un can que rondaba las calles de Huancayo a diario y al ver a los trabajadores sexuales les ladraba insistentemente. Este hecho ocurría sobre todo por las noches.

«Un día se cansaron, entre varias personas agarraron a ‘Negrito y le cortaron la oreja», contó una testigo.

Así, sin el menor escrúpulo lo maltrataron y lo botaron sangrante. Una mujer identificada como Lorena, vecina del lugar, fue quien contó esto y tomó al can para curarlo. Ella señala que siempre veía que estas personas golpeaban al perro.

YA NO LADRARÁ. Luego de curarlo, Lorena llamó a Christian Ayras, presidente de la Asociación de Animalistas de Huancayo, “Animalito Feliz”. Con él lograron buscar un lugar donde tengan al perro y desidieron castrarlo. ¿Y para qué castrarlo? Para que dejara de ladrar, porque según el veterinario, era un perro que ladraba por jugar, pero la gente se asustaba y para evitar mayor violencia por sus ladridos lo mejor era castrarlo.

CIFRAS. Según Ayras solo en el mes de julio lograron intervenir en 10 casos de maltrato contra animales, las principales razones eran abandono y violencia.

“Para la operación (castración) pedimos ayuda a algunos veterinarios y nos cobran la mitad. Los que dan dinero lo anotamos en un cuaderno les avisamos en qué gastamos para los animales”, indicó Christian Ayras.

Fuente: Locomundo