Un menor de tres años de edad, considerado un “bebé milagro” por las dificultades que tuvo al nacer, perdió la vida tras recibir un balazo en la cabeza, el cual habría sido efectuado por otro menor, de 11 años.

“Estoy dolida. Todos estamos dolidos. Es triste, trágico. (…) Él jugaba, jugaba y jugaba. Era un bebé tan feliz”, expresó Tameka Cash, tía del menor.

La víctima, identificada como Elijah Walker, fue declarada muerta en el hospital. Se desconoce si el pequeño encontró el arma de fuego o si lo hizo el niño de 11, de quien aún no se comprueba la presunta autoría del crimen.

Es común que por manipular armas de fuego menores de edad pierdan la vida. Por ejemplo, en enero último un adolescente mató a tiros a su amigo mientras el padre del culpable estaba fuera del hogar, comprando pizza.

Elijah Walker fue hallado muerto en el asiento delantero de un auto estacionado detrás de su casa.

Fuente: Detroit Free Press y La República