La depresión que le ocasionó la violenta muerte de su joven hijo hace cinco años llevó al boxeador Adriano del Carmen Tzuc Mendicuti, de 68 años, a quitarse la vida de un balazo en su casa de la colonia Mercedes Barrera.

Para cumplir sus propósitos, «Baby Mendicuti», como se le conocía, utilizó una pistola calibre 22 mm.

Su muerte causó consternación en esa colonia ubicada en el sur de Mérida, pero también en los círculos boxísticos y sociales, pues además de brillar en su juventud como pugilista, desde hace muchos años se dedicaba a entrenar a jóvenes prospectos, a los que prácticamente arrancaba de las manos al pandillerismo.

En su gimnasio en dicha colonia se han entrenado infinidad de jóvenes tanto en el boxeo como en el levantamiento de pesas.

De acuerdo con testigos, a Tzuc Mendicuti se le vio deprimido en los últimos días, aunque sus vecinos comentaron también que desde la muerte de su hijo Francisco Alejandro Tzuc Martínez, más conocido como Panchito, no volvio a ser el mismo.

El joven murió a manos de unos pandilleros en febrero de 2010. Apenas tenía 17 años y era una promesa del boxeo.

«Panchito» murió desangrado a las puertas de una casa en la colonia Melitón Salazar, luego de ser torturado por pandilleros de la «13 Sur» que le tendieron una emboscada cuando se dirigía a su casa.