Los superasesores del alcalde Mauricio Vila Dosal una vez le están fallando, y en lugar de acrecentar la imagen del presidente municipal meridano, la están demeritando.

Ahora se equivocaron con los actos que le prepararon al funcionario con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Pensando que les está haciendo un favor a las mujeres, Mauricio Vila presume que iluminará de morado el Palacio Municipal de Mérida, cuando es bien sabido que ese color se eliminó precisamente a petición de las mujeres, pues representa los moretones que suelen presentar aquellas mujeres que sufren de violencia física.

En su lugar se institucionalizó el color naranja. De hecho, el 25 de noviembre se conoce como el Día Naranja, un color que dista mucho del morado, ese morado que se ve en los ojos, en los rostros, en los brazos y en otras partes del cuerpo cuando una mujer es golpeada por algún hombre.

En pocas palabras, al iluminar de morado el Palacio Municipal de Mérida, Mauricio Vila estaría enviando a la sociedad el mensaje de que le gusta ver a las mujeres meridanas con los ojos morados, es decir, golpeadas, sobajadas y humilladas por la violencia masculina.