Impactante revelación publica este fin de semana el diario nacional Excélsior.

Con el título “Señalan anomalías de suplente de Mauricio Vila”, el centenario rotativo dice que Enrique Manero Moreno y Víctor Hugo Lozano Poveda obtuvieron jugosas ganancias con la venta de estudios de impacto ambiental realizados por un despacho creado a modo.

En la nota se da a conocer que en el año 2010, empresarios constructores tuvieron que soportar un modus operandi mafioso puesto en marcha por Enrique Manero para obtener incalculables ganancias aprovechándose del cargo que ostentaba como delegado de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat).

En su queja, los constructores dijeron que el primer paso, era que la delegación a cargo de Manero Moreno negaba los permisos de impacto ambiental para la creación de nuevos desarrollos habitacionales.

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Con esa negativa, entonces el delegado les indicaba que lo mejor en ese tipo de trámites era contratar “un despacho especializado” e inmediatamente los canalizaba para que contrataran a los supuestos especialistas Víctor Hugo Lozano Poveda (hoy candidato panista a diputado federal en el IV Distrito) y Carlos González Flota.

Este clan mafioso entonces armaba todo el paquete de trámites, mediante un despacho “patito”, con el argumento de que habían trabajado con el ex gobernador Patricio Patrón Laviada en su polémico y muy cuestionable paso por la Profepa.

Con la ventajosa ayuda de Enrique Manero como delegado de Semarnat, el “negocio redondo” quedaba listo con la expedición de los citados permisos, luego que por cada estudio de impacto ambiental Lozano Poveda y González Flota se embolsaban cobros que iban de los 800 mil a un millón de pesos.

Hartos de estas complicidades y maniobras corruptas, los desarrolladores de vivienda hicieron llegar sus quejas a las autoridades federales en la capital.

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Entonces, señala el periódico Excélsior que hacia el año 2011 “los empresarios, ante su inconformidad, acudieron a las oficinas centrales de la Semarnat para denunciar las maniobras con las que Manero Moreno y Lozano Poveda abusaban de dicho sector”.

La nota concluye que esa historia negra, de quien es hoy uno de los más cercanos a Mauricio Vila, terminó muy mal: señala que “como consecuencia de las quejas, y las cuales el órgano interno documentó, Enrique Manero Moreno, hoy candidato suplente, se vio obligado a renunciar a su cargo el 30 de junio de 2011, luego de cuatro años de trabajo como titular”.

En esa desvergonzada forma dejó su cargo, por la puerta de atrás, el ingeniero a quien Mauricio Vila ahora escogió como suplente.

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Eso saca a relucir, de una manera más que clara, que el PAN está plagado de intereses que utilizan parentescos, compadrazgos y amistades para medrar del erario, como otros medios han documentado los negocios jugosos que, bajo el amparo del Ayuntamiento, involucran a Renán Barrera y Mauricio Vila, con sus hermanos.

En sus negocios inmobiliarios, con tráfico de influencias e información privilegiada, Barrera y Vila utilizan fondos municipales de combate a la pobreza para beneficiar inversiones ligadas a los hermanos del alcalde y del candidato panista. Es la doble moral del PAN.