Lejos quedaron los días en que bajo el calor inclemente y horas de estar deambulando por la ciudad, “Pitufo”, el caballo tierrero, rescatado por la Unidad de Protección Animal de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Mérida, sufría de maltrato, heridas y desnutrición.

A un mes de que fue rescatado por la Unidad de Protección Animal, el 12 de noviembre pasado, hoy “Pitufo” es un caballo en recuperación. Ha logrado aumentar un 20% el peso que tenía que era de entre 180 y 200 kilos. Se espera que pasen aproximadamente unos tres meses para que el caballo alcance el peso ideal que un equino de su edad debe tener, que es entre 480 y 500 kilos.

Por ahora, el equino pasa sus días en tranquilidad, pastando y recibiendo la atención médica que los veterinarios y personal del Centro Municipal de Control Animal (CEMCA) le brindan.

Al respecto, el jefe del Departamento de Inspección Ambiental de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, Enrique Álvarez Brito, dio a conocer que “Pitufo” ingresó a ese centro con una severa desnutrición y con heridas infectadas, las cuales fueron ocasionadas por los arneses con los que jalaba la carreta.

-Este era un caso comprobado de maltrato. Estaba amarrado, usado para trabajo rudo, mal alimentado y con heridas sin curación -indicó.

Destacó que gracias a los cuidados médicos que se le brindaron desde su llegada, como curaciones continuas a sus heridas e inyecciones de vitaminas e ingesta de esteroides para levantarlo de su desnutrición, “Pitufo” se está recuperando.

-Literalmente le quitamos un peso de encima. Arrastrar la carreta era la cruz diaria de este animal.

Comentó que aunque ese centro no cuenta con instalaciones para hospedar a un caballo, el equino rescatado pasta todo el día en los terrenos de este lugar, tomando agua limpia y recuperándose con tranquilidad.

Sobre el futuro de “Pitufo”, el primer rescate de la Unidad de Protección Animal de la Policía Municipal en lo que va de la administración, el funcionario explicó que en unos días se determinaría la situación legal del caballo, la cual se espera sea de decomiso permanente.

Señaló que aunque se comprobó el maltrato que sufría el caballo, el dueño aún debe comprobar la propiedad legal del equino, lo cual parece difícil porque normalmente los caballos tierreros se compran de “mano a mano”.

Asimismo, manifestó que por la docilidad del caballo hay instituciones de equinoterapia interesadas en adoptar a “Pitufo”, pero tendrán que esperar que los trámites legales del caso concluyan.

-Esperamos que todo salga bien para “Pitufo” y que su futuro sea la adopción –concluyó.