Lo hallan culpable de matar brutalmente a su esposa
Luego de varios retrasos, el primer juicio oral que se realizó en el Primer Distrito Judicial con sede en Mérida concluyó al ser declarado culpable del delito de homicidio en razón de parentesco o relación Gaspar Catzín Pech (a) “Timoteo”, acusado de matar brutalmente a su esposa el 4 de septiembre de 2014 en Mocochá.
Luego de una audiencia de juicio oral en la que se escucharon de viva voz testimonios y se desahogaron pruebas por parte de la Fiscalía y la defensa, el sujeto fue declarado culpable.
La jueza relatora, Ileana Georgina Domínguez Zapata, leyó el fallo unánime del Tribunal Primero de Juicio Oral, que también integran las juezas Fabiola Rodríguez Zurita y Nidia Guadalupe Celis Fuentes, quienes valoraron y dieron por acreditadas las pruebas de los fiscales investigadores con las que demostraron la comisión del delito de homicidio en razón de relación y la plena responsabilidad penal de “Timoteo”, quien durante el proceso estuvo bajo la medida de prisión preventiva.
La jueza Celis Fuentes, quien fungió como presidenta en este caso, fijó para hoy, a las 8:30 de la mañana, la audiencia de individualización de penas y reparación del daño, con lo que el Tribunal tendrá elementos para determinar las sanciones y los montos por reparación del daño que impondrá al sentenciado.
Cabe señalar que esta audiencia de juicio oral tuvo que ser pospuesta desde mediados de año, dado que estaba en trámite un amparo que dejó por un tiempo suspendido el proceso.
El 4 de septiembre de 2014, aproximadamente a las 6:45 horas, Gaspar llegó al domicilio de su ex mujer, Wendy Guadalupe Pech Tzuc, ubicado en el predio sin número de la calle 16 entre 11 y 13 de Mocochá, y a petición de ella comenzaron a hablar acerca del divorcio y del predio, lo cual molestó a “Timoteo”.
En un momento dado, el individuo sacó de un sabucán un cuchillo delgado y se lo clavó, luego le sujetó una de sus manos y nuevamente la atacó con el arma en dos ocasiones.
Como el cuchillo se quebró, se dirigió a la cocina y agarró otro cuchillo, un poco más grueso, y de nuevo la sujetó de una mano y le volvió a clavar el arma en varias ocasiones, hasta que se quebró el filo.
Mientras le clavaba el cuchillo, la mujer con la otra mano trataba de evitarlo, pero no logró, hasta que debido a las lesiones cayó al piso, sobre una playera que estaba tirada.
Al ver que no moría, agarró una pedazo de madera que estaba junto a la puerta trasera del predio y con le dio dos fuertes golpes en la nuca y después se paró sobre ella y le brincó encima en varias ocasiones.
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