Llegó a su nuevo hogar en Mérida, en 1986, cuando apenas tenía diez años. Hoy, a cuatro décadas de su existencia, varias generaciones de meridanos han conocido de sus travesuras y de sus gracias como uno de los atractivos del Parque Zoológico del Centenario.

Se trata de Susy, una chimpancé muy querida y quizá una de las especies más emblemáticas de este centro recreativo. Este año, al cumplir los 40, está ya en la etapa de vejez de acuerdo a su especie.

El Ayuntamiento de Mérida ha dispuesto una remodelación y mejoramiento del área que ocupan Susy y Rocky, éste pareja de la primera, obra que mejorará considerablemente su calidad de vida.

Tales adecuaciones tienen por objetivo incorporar espacios que le permitirán estar más tranquila, sin tanto estrés y con un diseño más parecido al hábitat de su especie.

El diseño del proyecto de remodelación se basa en las recomendaciones hechas por la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA) en el Manual de Cuidado del Chimpancé, editado en 2010.

Para la remodelación se contempla elevar de 2 a 2.5 metros el techo del exhibidor ya que estos animales utilizan las áreas más altas de su entorno, además de que se aumentará la locomoción a diferentes niveles al suministrar un medio ambiente complejo, los espacios con múltiples áreas de acceso hacen sentir a un chimpancé protegido y seguro.

Parte importante será la ambientación al interior del exhibidor que contempla diversos factores que proporcionarán seguridad, refugio, juego, recreación y ejercicio a los chimpancés.

El proyecto también incluye la colocación de una serie de cuerdas en la parte alta del exhibidor para que los chimpancés puedan trasladarse de un lugar a otro de su encierro. Las cuerdas serán de seda nylon de 36 mm resistentes al peso, mordidas y clima.

Otro elemento que se agrega es una cascada que funcionará como un área refrescante en época de calor. La profundidad del depósito donde caerá el agua no rebasará los 50 cm de profundidad ya que los chimpancés adultos evitan los cuerpos de agua profundos.

También habrá áreas de refugio que son importantes para bloquear el constante acceso visual de del público; tendrá una estructura con apariencia de termitero que ayudará a simular ciertos comportamientos naturales de los chimpancés.

Y finalmente, habrá áreas de descanso a diferentes niveles a fin de que los animales elijan los lugares donde quieran reposar, comer, asolearse, etc.

Susy en la vida del zoológico El Centenario

Susy llegó como resultado de un intercambio con otro zoológico del país. Era entonces una “chavita” muy activa, incluso algo nerviosa e hiperactiva, aunque habituada al contacto humano, debido a lo cual no era agresiva con sus cuidadores.

Susy no está sola. Tiene “esposo” desde hace 18 años; “Rocky”, proveniente del Africam Safari. Los dos se han convertido en emblema del Centenario, aunque un poco más Susy, que ahora es visitada por padres de familia que llevan a sus hijos a conocer al personaje que alegró muchos de sus domingos de infancia.

Pertenece a la especie del chimpancé común, que es el homínido más emparentado con el humano, con el que comparte el 99.4% de estructura genética. Esta especie tiene un desarrollo cognitivo sorprendente y una clara conciencia de sí misma y de su entorno.

Susy fue siempre muy activa y traviesa. Los cuidadores más antiguos del zoológico cuentan que hace muchos años, cuando era una “jovencita”, alguna vez se escapó de su jaula para robarse botanas y refrescos de uno de los puestos del parque.

También se alimenta adecuadamente y entre sus platos favoritos están las hojas de plátano con crema de cacahuate o miel, pasas, nueces y, su comida preferida: puchero con pollo y verduras.

Aunque siempre se les han brindado los cuidados necesarios e idóneos para su vida en cautiverio, ahora se realizarán mejoras y modificaciones a la casa que habita la pareja con lo que se reforzará su calidad de vida en esta etapa de su existencia.