Por si la maldición ecológica no fuera suficiente en el mar, ahora la víctima fue un venado cola blanca, un animal que era símbolo de Yucatán y que ahora parece en vías de extinción.

Al igual que con la maldición marina, en esta ocasión igual está de por medio la mano del hombre, traducida en descuido y negligencia en el zoológico La Reina de Tizimín.

La deprimentes condiciones del lugar cobraron la vida de un joven venado cola blanca, que al entrar en celo por primera vez se enfrentó a un macho de mayor tamaño por ver cuál de los dos astados se quedaba con una hembra.

Debido al reducido espacio del encierro, ambos machos se enfrentaron en encarnizada lucha. El joven, al verse superado, se estresó mucho y se replegó, lo que aprovechó el más grande para acosarlo.

En su desesperación, el joven venado brincó la malla ciclónica del encierro y empezó a correr por todas las instalaciones del zoológico perseguido por personal del mismo.

El esfuerzo hizo que el venado se agitara mucho y sus pulmones colapsaran por falta de aire.

El responsable del zoológico, Eddie Pérez Castillo, reconoció que esta muerte se debe a las deplorables condiciones del zoológico La Reina, que desde hace varias administraciones municipales ha permanecido abandonado.

Admitió que hace falta más altura a los encierros, además de ambientación y mayor espacio, así como sitios para colocar a los animales cuando estén en celo o cuando se encuentran en gestación para que no ocurran este tipo de casos.