En un hecho inusual, un asaltante fue sentenciado a dos años de cárcel, aunque se le condenó ‘en ausencia’ porque huyó hace unas semanas cuando le dieron la oportunidad de enfrentar su juicio libre.
El protagonista de esta peculiar historia es Carlos Alberto Falcón Zacarías. Quien fue sentenciado a dos años y 34 días de multa, por medio de un “procedimiento abreviado”, tras ser hallado culpable de asaltar a dos menores de edad.
La juez Elsy del Carmen Villanueva Segura  condenó a Falcón Segura por el delito de robo cometido con violencia, pero sin saber dónde se encuentra, con lo que difícilmente cumplirá cabalmente con la sentencia, que de esta forma sería sólo de fantasía.
De acuerdo con el expediente,
Inicialmente el juez de control Santos Alfredo May Tinal decretó ilegal la detención de este sujeto y de su coacusado  Santiago Geovanny Couoh Yam, toda vez que consideró que no existió la inmediatez entre la detención y la puesta a disposición de la autoridad ministerial, pues existe un lapso de 5 horas que no fueron justificadas.
Entonces, el juzgador los liberó con presuntas medidas cautelares, con la condición de que se presentaran a la audiencia de imputación,  pero Falcón Zacarías se sustrajo de la acción de la justicia y no se presentó.
Couoh Yam sí lo hizo y se tomó en cuenta su ‘buena voluntad’, por lo que se sometió a un procedimiento abreviado con suspensión a condición a proceso.
Las condiciones que le puso el juez fue residir en un lugar determinado, no acercarse a las víctimas, permanecer en su trabajo de tapicero y presentarse al Centro de Supervisión dentro de los primeros 5 días hábiles de cada mes para acreditar cumplimiento de condiciones.
También se le pidió abstenerse de viajar al extranjero (como si tuviera la posibilidad económica de hacerlo), pagar la reparación del daño por mil pesos, en cinco abonos mensuales de 200 cada uno.
El asalto en cuestión ocurrió el 19 de noviembre, alrededor de las 21:30 horas, cuando los sujetos, encontrándose en la calle 55-A entre 16 y 18 del fraccionamiento Juan Pablo II, vieron a una pareja de menores de edad y los amagaron con un cuchillo, despojándolos de un teléfono celular y un bolso.