Érika Núñez Montes, es una de las 3 mil 360 profesores despedidos por no presentarse a la evaluación docente a la que fueron convocados alrededor de 153 mil maestros en el país, pero la pasión por su carrera la llevó a impartir sus clases en un salón improvisado, afuera de la primaria Nicolás García, en la Unidad Ermita Zaragoza de Iztapalapa en la Ciudad de México.

Sólo cinco de sus alumnos acudieron a clases, pues sus padres aseguran que la intervención de Érika con los niños les ha permitido sobrellevar varios problemas y mejorar sus calificaciones. Por ello, una docena de padres de quinto grado dirigieron un escrito al supervisor de zona escolar para pedir la reinstalación de la profesora.

Sin embargo, la respuesta fue negativa, pues al no presentar las 4 evaluaciones docentes a las que fue convocada, por primera vez se le aplicaron las sanciones que tienen consideradas la Ley General del Servicio Profesional Docente, como retirarle su nombramiento, “sin responsabilidad para la calidad educativa”.

Pese a esta restricción, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) buscará exigir que a 11 maestros, incluida Núñez, le respeten sus derechos laborales, con una demanda colectiva por despido injustificado.

Fuente: El Universal