Sin saberlo, un turista nacional que visitó hace unos días Valladolid «lanzó» una «maldición» contra un árbol sembrado en el parque principal de dicha ciudad, porque se robó a su «dueño».

Ahora el árbol se seca de manera extraña, a decir de los pobladores, pues ha perdido sus hojas y sus ramas se vuelto quebradizas. Su tronco muestra también las huellas de la «maldición», pues su corteza comienza a resquebrajarse.

Según los conocedores de la naturaleza, el deterioro que muestra el árbol no es atribuible a la sequía, pues los otros árboles no están así, además de que en las últimas semanas ha llovido varias veces en Valladolid, por lo que no puede hablarse propiamente de una sequía intensa.

Los informantes señalan que irremediablemente el árbol morirá por el acto que cometió el turista, quien tomó entre sus manos e incluso se llevó una culebra que cayó de la planta.

El hecho ocurrió hace unos días, cuando los turistas estaban en el parque y vieron que cayera la serpiente. Respetuosos y temorosos de estos animales, ninguno de los lugares se atrevió a intentar capturarla.

Sin embargo, uno de los visitantes, alardeando de su conocimiento sobre serpientes y la forma de atraparlas, se lanzó sobre ella. Según el turista, no era peligrosa ni venenosa.

Luego de un rato de jugar con ella, cuando llegó la hora de partir se la llevó como un trofeo y un recuerdo de su visita a Valladolid.

Los pobladores dicen que el árbol ya muestra signos de deterioro, tal como le ocurrió a otro árbol en el mismo parque, el cual se secó y murió porque la gente mató a la culebra que lo «cuidaba» por años.