Anciano relata cómo asesinó por la espalda al capataz de un rancho
Al rendir hoy su declaración preparatoria, el velador Aristeo Cobá Tec (a) “Jorge”, acusado de asesinar al capataz de un rancho de Motul, admitió el crimen, pero argumentó que fue por el maltrato del que era objeto por parte del ahora occiso.
Aseguró que lo asesino porque golpeó con una caña a sus perros ‘Boxni’ y ‘Medias’, a quienes consideraba como de su familia, pues no tiene parientes cercanos.
Además, dijo que se enfureció porque el capataz lo había corrido del trabajo y lo sacó de la casa.
Aristeo, de 72 años, compareció hoy ante el Juzgado Tercero Penal, acusado de homicidio calificado contra Felipe Santiago León y Pinto,
Por la edad avanzada del sujeto, de ser hallado culpable sería enviado a cumplir la condena a su casa porque así lo prevé la ley en estos casos.
Como el acusado no habla bien el español, fue necesario el apoyo del intérprete César Hau González, aunque fue asistido por el defensor de oficio José Francisco Cervera Couoh.
De acuerdo con su testimonio rendido ante el juez, el viernes estaba acostado en un cuarto del rancho “San Antonio Tzon”,  ubicado en el kilómetro 7+110 de la carretera Santa Teresa-San Pedro Chacabal, comisaría de Motul,
El rancho es copropiedad de Benita León y Pinto, hermana del occiso, y  Henry Emilio Escalante Peniche.
El velador se encontraba en compañía de los peones Angel Idelfonso Dzul Lara y Rodolfo Israel Tamayo Canul.
Al rancho llegó el capataz y lo levantó a gritos e insultos, ya que los perros de Aristeo habían ensuciado en un cuarto.
Entonces, Felipe Santiago tomó una caña y golpeó a “Boxni” y “Medias”, acción que molestó al velador, por lo que se hicieron de palabras.
Felipe se alejó momentáneamente y Aristeo fue por su escopeta calibre .20 y le disparó  por la espalda a corta distancia.
Alarmados por el balazo, los peones llegaron al sitio y él les dijo que pidieran una ambulancia y luego se entregó.
El anciano aseguró que el capataz previamente le había dicho que si no le gustaba  que lo insultara y le pegara a sus animales, se podía largar y dejar el trabajo, lo que el interpretó como que lo estaban corriendo, por lo que estaba más molesto aun.
 “Me insultaba siempre que estaba borracho, pero me trataba bien cuando se encontraba en sí” .concluyó el presunto homicida, quien no tiene derecho a la libertad bajo fianza, aunque de ser condenado podría recibir “cárcel domiciliaria” por lo avanzado de su edad.