Los ‘chemos’, viciosos, adictos y anexas de la comisaría de San Ignacio, perteneciente al puerto de Progreso, respiraron tranquilos al enterarse que el distribuidor local, Jesús Melquiades Asterio Sosa Ku, sólo fue llevado a dar una vuelta.

El sujeto fue imputado, pero no se le decretó prisión preventiva, aunque tendrá que usar un localizador electrónico.

Sosa Ku fue acusado formalmente del delito contra la salud por venta de marihuana en San Ignacio.

Por tal motivo, además del brazalete, el juez de control de Progreso, Kenny Martins Burgos Salazar, le decretó las siguientes medidas cautelares: una garantía económica de tres mil pesos; firmar los primeros cinco días de cada mes ante la agencia 11 con sede en Progreso, y la prohibición de salir del Estado.

De acuerdo con la carpeta de investigación, el pasado 24 de junio, aproximadamente a las 4 de la tarde, policías federales estaban en el parque principal de San Ignacio tras haber recibido una denuncia anónima de que un sujeto se dedicaba a vender marihuana.

En eso llegaron un par de motociclistas y vieron que el inculpado metía las manos en una cubeta y hacía un sospechoso intercambio de manos.

Al sentirse descubiertos emprendieron la huída, logrando escapar los de la moto, pero no el vendedor, al que le hallaron un par de ladrillos de marihuana.