Uber: el fin del encanto

Uber es hoy víctima de su propio éxito.

Cuando arrancó la plataforma era una buena opción para muchos. Los dueños de un auto podían trabajar sólo en sus tiempos libres y obtener buenas ganancias. Los requisitos eran presentar el vehículo y dar de alta a las personas que lo conducirían. Todo iba bien.

Pero… llegó el negocio.

Era tan bueno que más y más personas se han inscrito para ofrecer el servicio. Hay quien tiene varios autos inscritos en la plataforma. Hoy los conductores sufren y pagan las consecuencias del éxito que tuvo esta empresa.

Los choferes entrevistados critican que Uber –empresa de San Francisco, California, con domicilio fiscal en Amsterdam, Holanda– haga el negocio a costa de ellos.

Y es que, según dicen, con la llegada de la modalidad Uberpool (vehículo compartido entre distintos usuarios) y la baja en las tarifas, tienen viajes en que si se descuenta su inversión, les quedan alrededor de 8 pesos de ganancia. Por si fuera poco, Uber no deja de ganar sin gastar en gasolina ni pagar el mantenimiento de los autos.

En este trío, sólo hay dos contentos: Uber y los usuarios.

Los socios comienzan a sentir el fin del encanto, luego de que les prometieron obtener ganancias por arriba de los 40 mil pesos mensuales y hoy están lejos de eso. Un vehículo debe tener al menos dos turnos de choferes para dejar ganancias.

Mientras tanto, Uber no deja de recibir socios. Hay Uber por todos lados y mantiene su campaña para que lleguen más y más a engrosar el negocio.

“¿Tienes un automóvil? Conviértelo en una máquina de generar dinero. Hay mucha actividad en la ciudad y Uber hace que aprovechar la acción sea sencillo. Además, ya tienes todo lo que necesitas para comenzar. Conduces cuando quieres”, dice la campaña de la empresa.

Además de las críticas por el caso de una violación a una mujer quien tomó uno de estos transportes en la zona de La Condesa, en la Ciudad de México, y las políticas de privacidad en los datos que la empresa maneja, hoy en los socios hay descontento y hasta se han manifestado en contra de los incrementos de la empresa.

La política de manejo de datos de Uber indica que operarán datos personales como nombre, teléfonos, información de operación del servicio, las preferencias de los usuarios, información del teléfono del usuario como modelo, número de serie y marca, direcciones IP, entre otros.

El modelo de protección de Uber ha sido criticado porque la información se maneja en varios países, cuya legislación en materia de datos personales puede permitir hacer mal uso de ella, lo cual Uber ha negado.

En abril pasado, la empresa informó que entregó al gobierno de EU, una base de datos de viajes de 14 millones de usuarios, lo que levantó una serie de críticas.

‘Ya no hay tarifas dinámicas’

Alejandro lamenta que la tarifa dinámica, que es la que realmente conviene a los choferes, ya casi no se aplica salvo en algunos casos. La única zona que mantiene este modo de cobro casi todo el día es Cuajimalpa, donde la gente requiere bastante servicio.

“Antes en las mañanas salías a las 5:00 o 6:00, que es la hora en que yo salgo normalmente a trabajar, y sí agarraba un viaje y empezaba la tarifa dinámica. Y ahora son muy pocas las zonas donde está la tarifa dinámica y son puntos muy pequeñitos y así no está tan roja. Antes lo que te convenía es que en todas partes de la ciudad estaba la tarifa dinámica”, afirma el socio de Uber.

Anteriormente era recurrente la aplicación de ese costo en Polanco, Del Valle, Coyoacán, Tlalpan, a veces hasta Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. Y ahora sólo se aplica en horas pico.

Alejandro asegura que los usuarios están encantados con el servicio de Uberpool, en el que pueden compartir sus viajes, pero casi no les conviene a los choferes ofrecer ese servicio, pues el ingreso se reduce. Uber los obliga a tomar los servicios en esta modalidad, so pena de quitarles su membresía.

“A Uber lo que le interesa ahorita es agarrar a cuanto quiera meter su coche a Uber. Al principio era rentable, podías ganar trabajando 10 horas diarias facturabas hasta ocho mil o 10 mil pesos en una semana. Cuando mucha gente decía ‘voy a trabajar 12 ó 15 horas’, pero sé que voy a levantar 15 mil pesos en la quincena. Ahora ya no levanta la gente eso”, confía Alejandro.

“Cuando yo empecé en Uber la cuota era de un 20 por ciento de la comisión de todo lo que tú facturaras. Antes yo trabajaba un coche, pero este ya es mi auto. Cuando yo entré a trabajar con mi auto no tenía ni un mes y me la subieron al 25 por ciento y ahorita en febrero o marzo la subieron hasta 30 por ciento. Al final, tú también tienes que ganar, no nada más ellos”, considera.

Uber llegó primero al mercado del transporte privado, pero hoy no está solo. Empresas como Cabify, Avant y Easy Taxy han comenzado a competirle tanto en el servicio a usuarios como en la contratación de choferes.

Cada vez son más los conductores de Uber que se mudan a otras plataformas que ofrecen menos comisiones.

“A veces la gente te quiere llevar por los segundos pisos y Uber no les cobra eso a los usuarios. Al final tú estás haciendo un gasto. Yo tengo que pagar mi TAG. Yo tengo que pagar mantenimiento, gasolina, aguas y hasta mi vestimenta. A mí me exigen que ande de traje, pero por qué vas a andar de traje si no es rentable. Una tintorería de un traje no te cuesta 30 pesos”, afirma.

Por si fuera poco, aseguran, muchos usuarios ya encontraron la fórmula para los “viajes baratos” en Uber. (fuente: Reporte Índigo)